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En la maratón, otro milagrito para Mel...

El Betis sufrió la primera derrota de la temporada, pero sólo el futuro inmediato y la capacidad de reacción del equipo dirán si se trata de un tropiezo más o menos grave. En 42 jornadas, una derrota puede resultar una anécdota o, según como venga todo,  el principio del crepúsculo. En manos de Mel queda otro ejercicio de terapia: la reactivación de la ilusión. 

el 25 sep 2010 / 17:34 h.

Con los argumentos y armas deportivas (?) que viene utilizando el Betis, llegar hasta octubre sin perder era una especie de milagro. Ya ha ocurrido lo que quizá podía haber ocurrido mucho antes, y ahora se trata de minimizar daños y recapitular la situación. En todo caso, y, por usar un razonamiento que manejan ciertos entrenadores y ciertos deportistas de alta competición, el equipo ya se ha quitado la presión de tener que negociar la imbatibilidad. La derrota de Albacete, siendo derrota, no deja de ser un contratiempo decimal en una maratón que se extiende por 42 fechas. No es un ‘sprint’. Todos los libros de ‘coaching’ o relaciones humanas que adornan las librerías y los ‘VIPS’ sostienen que la mayoría de carreras se ganan en los últimos metros, no en los primeros...

Pasado el trago de Albacete, toca plantearse el futuro inmediato. Y lo primero que cabe esperar es que la derrota no afecte al ritmo del equipo y que esto no degenere en una ‘pájara’. La característica esencial de los equipos del Betis (y del Sevilla, los que sean...) que han ascendido de Segunda a Primera en campeonatos tan largos como éste, es que siempre fueron capaces de sobreponerse a los contratiempos, no abatirse y y no dejarse enredar. Cuando Mel pone el ejemplo de Rafael Nadal, sabe lo que hace: Rafa es el deportista que menos bajas de ritmo competitivo sufre a lo largo de un gran partido, gran torneo o gran evento. Nadal asume los problemas como situaciones que son normales, que pueden ocurrir y que, en consecuencia, toca manejar y gestionar con la mejor naturalidad y la mayor consistencia mental.

Así, el toque de Albacete puede ser una enseñanza positiva, si el equipo localiza el origen de los errores, remedia los problemas y reacciona con entereza. Como todo hasta ahora, es otro pequeño milagrito que queda en manos de Mel. Porque lo del Betis 2010-11 es un maratón. Y también, un pequeño milagrito...

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