Gracias a la iniciativa que planteó la agencia de la ONCE en Utrera, el municipio se ha convertido en referente en lo que a eliminación de barreras arquitectónicas se refiere. Con una inversión de 700.000 euros, es de los pocos que, con este número de habitantes, se ha sumergido en un proyecto así.
El director de la agencia, Antonio Bolaños, explica que "la propuesta partió de la conciencia de una serie de carencias y que eran necesarias obras para favorecer a los discapacitados en particular y los utreranos en general". De ahí surgió la idea de "realizar una labor de adaptación en el más amplio de los sentidos, un paso más de los muchos necesarios para llegar a construir un mundo sin barreras". Y en ello se encuentra inmersa la ciudad.
Antes de llevar a cabo las obras, en el año 2006, estos tres organismos firmaron el primer plan de accesibilidad -con un coste total de 99.000 euros-, mediante el cual se realizó un estudio en profundidad de las carencias que posee Utrera en relación a las barreras arquitectónicas existentes en el municipio. Precisamente en función a los resultados del trabajo es como se pretende actuar en el tercer plan de obras, que asciende a los 223.798,64 euros.
Pero no es la única inversión realizada. Hace dos años comenzaron a efectuarse las mejoras necesarias que, entonces, se centraron en la eliminación de barreras sensoriales y arquitectónicas. Los primeros objetivos fueron los semáforos en las avenidas María Auxiliadora y San Juan Bosco, donde se instalaron dispositivos auditivos para facilitar el movimiento a las personas invidentes. También se colocaron un conjunto de complicadas rampas que facilitan el acceso a la barriada El Tinte, por la calle Cristo de los Afligidos.
El segundo plan se encuentra actualmente en ejecución. Consiste, por una parte, en la mejora de la accesibilidad en la zona noreste del mismo barrio y en la instalación de nuevas rampas con barandas de doble altura en acero. Asimismo, próximamente se va a construir una rampa de acceso a la parroquia de Santa María de la Mesa, que se ubicará en la calle Padre Miguel Román. El hecho de haber elegido esta iglesia se debe, según explica Bolaños, "a que es una de las más populosas de la ciudad y tiene un gran número de asistentes de elevada edad" y con muchos problemas de movilidad. Todas estas actuaciones tienen un coste de 245.858,95 euros. De igual modo, este plan prevé la dotación de un taxi adaptado -el primero de la ciudad-, que ya circula por las calles del municipio gracias a una inversión de 24.000 euros.
trabajo conjunto. Antonio Bolaños destaca el trabajo conjunto que están desarrollando todas las instituciones implicadas en el proyecto. "El Ayuntamiento está llevando a cabo, junto con la agencia de la ONCE, un trabajo muy a tener en cuenta en lo que es eliminación de grandes barreras. En todo ello está contribuyendo, en cierta medida, el tejido asociativo local", apostilla Bolaños, quien comenta que, "aunque son obras complejas (y por lo tanto requieren de un estudio previo de viabilidad técnica y presupuestaria), la importancia cuantitativa de la población de El Tinte y la cualitativa de Santa María justifican plenamente la urgencia de acometer ambas obras en el menor plazo posible".
Por todo ello, da por hecho que "el tercer plan verá la luz, con gran seguridad, en muy poco tiempo, pues la conciencia generalizada del Ayuntamiento y de todos los grupos que lo conforman es de colaboración total".
