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"En Pino Montano hay jóvenes que están al borde de la exclusión social"

El presidente de la comunidad de propietarios de Pino Montano alerta de que la movilidad sigue siendo la asignatura pendiente en la zona norte.

el 17 jun 2012 / 19:12 h.

El líder vecinal de Pino Montano, Francisco Delgado, a la puerta de la sede de la comunidad de propietarios.
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Dice que éste será su último mandato al frente de la Comunidad General de Propietarios y Residentes de Pino Montano, barrio al que llegó en plena Tran­sición (1976) tras contraer matrimonio. Francisco Delgado de los Santos, Pacorro para todos, siempre ha vivido en la zona norte de Sevilla. Su juventud la pasó entre la Bachillera y San Jerónimo, donde descubrió el movimiento vecinal y el amor al campo de la mano de sus abuelos extremeños, que entonces explotaban unas tierras. A sus 57 años, siente Pino Monta­no como su algo suyo y se le llena la boca al decir que no lo cambiaría "por ningún otro barrio".

- La crisis se está notando especialmente en Pino Montano, so­bre todo para los vecinos de la ca­lle Estrella Canopus que han per­dido sus viviendas. ¿Se han producido nuevos desahucios?

-Ahora mismo hay un compás de espera, teniendo en cuenta que hay una gran movilización social sobre los desahucios, con una campaña a nivel nacional para que la vivienda sirva como dación de pago. Estamos recogiendo firmas y parece que hay una mayor sensibilización. Evidentemente es un problema muy acuciante, teniendo en cuenta la situación de crisis y que no hay trabajo. Desgraciadamente se está cebando con las zonas de nuevas viviendas y no en Pino Montano viejo, donde los pisos ya están pagados.

-Ante esta situación desesperada, ¿entienden la postura de los vecinos de la Corrala Utopía que han ocupado un bloque va­cío en San Lázaro?

-Nosotros no es que alentemos esta actitud, pero la entendemos y la apoyamos, porque no puede haber viviendas desocupadas cuando hay gente que necesi­ta dar un techo a sus hijos. Ante una situación tan complicada, lo único que queda es cambiar el modelo. Hemos estado educados en la compra de viviendas, porque las rentas eran abusivas y porque valía más arrendar que comprar una casa. Las administraciones deberían ayudar más.

-¿En algún momento barajaron la ocupación como medida de presión?

-En Pino Montano ya hemos ocupado. Nosotros gestionamos el centro de educación ambiental Miraflores, que en su día eran unos terrenos totalmente desocupados, que no tenían ningún tipo de actividad. Hace seis años lo ocupamos para hacer un proyecto. En una primera etapa, cuando era de la Diputación, nos echaron. Luego, conseguimos la cesión por parte del Ayuntamiento. Y ahí tenemos un proyecto con más de 200 huertos familiares, otros 20 sociales y una granja escuela.

-El principal problema de Pino Montano sigue siendo la movilidad...

-Afortunadamente, sobre todo en Pino Montano viejo, los problemas más graves que tenemos son los de tráfico y movilidad. Aquí es imposible aparcar. En el barrio hay una media de dos o tres vehículos por casa, y hay 6.000 viviendas... No hay espacio suficiente para dar salida a todos estos co­ches.

-¿Urge ya una gran bolsa de aparcamientos para residentes?

-Sí, sí, sí... por supuesto. Lo que son Los Mares y Pino Montano viejo necesitan parkings, pues Entreparques y las Estrellas tienen aparcamientos subterráneos. He­mos reivindicado que los terrenos de la velá, que se usan sólo una semana al año, se conviertan en un aparcamiento vigilado. Allí habría una capacidad para 500 vehículos perfectamente. Lo hemos solicitado al Ayuntamiento para que lo explote AUSSA y que se modifiquen los terrenos. Nos dicen que lo están estudiando. Después hay otras calles sin salida que se pueden adaptar, como la plaza Diputado Ramón Rueda, calle Maestra... vías amplias donde caben bastantes apar­ca­mien­tos subterráneos.

-A principios de mes, los vecinos de Mar Menor recogieron firmas contra "una oleada de denuncias" a vehículos en doble fila, ¿en qué ha quedado aquello?

-Hubo una contestación municipal de que no era tal, pero las multas se quedaron puestas. Ve­mos un afán recaudatorio del Ayuntamiento, con una mayor cantidad de multas a una hora que no era normal. No defendemos que se estacione mal, pero es que con el problema que hay de movilidad en Pino Montano, si no se permitiera aparcar en medio de las calles sin salida o en doble fila habría que poner los coches unos encima de otros.

-Hace poco se han instalado tres semáforos en el cruce de la SE-30, a la altura del paso soterrado de Carrefour, que dicen que crea más atascos que quita...

-Los vecinos de aquella zona [por Entreparques] reivindicaron que la SE-30 fuera una carretera urbana y que, como tal, estuviera regularizada por semáforos. Es cierto que los primeros días tras la modificación daba un poco de dificultades, pero con el tiempo se está demostrando que ya no hay tanto taponamiento. Incluso ahora se ve más fluidez en la circulación.

-La línea 3 del Metro, que les conectaría con el Prado y Los Bermejales, está cada vez más lejos, ¿qué supone para el barrio que se demore su construcción?

-No tiene sentido retrasar más la línea 3 del Metro. Es la más necesaria porque unirá a los dos núcleos más poblados de la ciudad (Pino Montano y Los Bermejales). Me sorprende la actitud de algunos que dicen: ‘O se hace todo o no se hace nada'. Hombre no, porque cuando se hizo la línea 1 [de Ciudad Expo a Olivar de Quintos] no se dijo todo o nada, se hizo y la aceptamos todos sin oponernos. Lo de que no haya inversión pública es un error que hay que corregir, sino no habrá futuro ni salida a la crisis. Si se sigue insistiendo en la política de Ángela Merkel de que no se puede invertir y no puede haber deuda pública, quién va a construir carreteras, Metro ni nada. EEUU ha combatido la crisis invirtiendo más y más.

-¿Qué otras grandes carencias presenta la zona?

-Grandes carencias... no las hay, la verdad. Hemos conseguido la reurbanización del barrio con el Plan de Barrios, un mercado de abastos, un parque de bomberos, un centro de salud, el parque más grande de la ciudad... El paro sólo. Constatamos que Cáritas tiene que atender ca­da vez a más vecinos. En Pino Montano hay jóvenes en riesgo de exclusión social, porque no tienen trabajo. Es una lacra que no podemos resolver en los barrios, se nos escapa de las manos.

-¿Qué relación mantienen con los vecinos del asentamiento chabolista del Vacie?

-No somos las personas más cercanas al Vacie. Antes están Entreparques, Los Corrales... hay mucha población hasta aquí. Algunos coletazos nos llegan, pero no tanto del Vacie como de la comunidad rumana que tiene varios asentamientos en nuestro distrito y vienen a chatarrear y rebuscar, llevándose las protecciones de los jardines, los grifos y todo tipo de instalaciones de hierro. Entendemos que no es una forma de vida, y que El Vacie ha de desaparecer.

-¿Resuelta la saturación de palomas de hace unos meses?

-No, no. Como todo en este barrio, es un problema de comportamiento incívico. Hay muchas palomas porque la gente sigue echándole migajones de pan. ¿Cómo se van a ir al campo?

 


 


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