La Guardia Civil puso ayer a disposición judicial a A.D.M., de 63 años y pareja de I. P.C., de 58 y vecina de Dos Hermanas, que el pasado día 1 fue encontrada muerta en el Canal de los Presos, en el término municipal de Los Palacios y Villafranca, por su presunta vinculación con los hechos. El hombre ingresó ayer en prisión.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Utrera dictó ayer su ingreso en prisión sin fianza por presuntamente matar a su compañera sentimental. El hombre, que vivía con esta mujer en un barrio de Dos Hermanas cuyo nombre no trascendió, fue detenido el pasado martes para investigar si tenía algún tipo de vinculación con los hechos y, ante los indicios, lo pusieron ayer a disposición judicial, según informaron fuentes de la Guardia Civil, que se basaron para ello en unas declaraciones contradictorias del sujeto que hicieron sospechar a los agentes de su presunta implicación en la muerte de su pareja.
En cuanto a las causas del fallecimiento, fuentes de la investigación aseguraron que los primeros indicios apuntan a que la mujer murió ahogada, si bien el cadáver presentaba marcas que dejaron ver que no había sido un accidente o un suicidio.
La Guardia Civil localizó el pasado día 1 el cuerpo sin vida de I.P.C. en el Canal de los Presos y, ante las dificultades para identificarla, solicitó dos días después la colaboración ciudadana ofreciendo incluso a la prensa fotografías de la ropa que llevaba. Una persona se puso en contacto con los agentes tras ver en televisión la noticia y dijo que creía conocerla, lo que facilitó su identificación, según las mismas fuentes.
Se da la circunstancia de que el ahora detenido denunció la desaparición de su pareja justo entonces y cuando tuvo conocimiento de que la Guardia Civil había descubierto el cadáver y estaba investigando lo ocurrido, a raíz de la información que pudo ver en la prensa. Entonces fue llamado este sujeto a declarar y fue cuando los agentes determinaron que podía tener relación con lo ocurrido, por lo que lo sometieron a un interrogatorio sospechando que podían estar ante un nuevo caso de violencia de género.
Igualmente, al cadáver se le practican más pruebas para aclarar todas las circunstancias que rodearon la muerte de esta mujer, así como para determinar si la ahogó en el canal o la arrojó una vez asesinada.
En la descripción que ofrecía la Guardia Civil de la mujer se aclaraba que medía 1,50 metros y pesaba 60 kilos, tenía los ojos claros, una media melena rizada y teñida de rubio y, en el momento de hallar su cuerpo sin vida, vestía una camisola de color naranja y sin mangas. También tenía una característica cicatriz en el abdomen, del ombligo a la pelvis, que podría estar causada por una cesárea y que ayudó a la identificación del cadáver. Éste se halló en el antiguo Canal del Bajo Guadalquivir, que atraviesa varios municipios.
