Economía

Encarnación Poto abandona Acyco tras ‘chocar’ con SOS

La histórica cooperativista dimite al constatar el "abandono" de la envasadora por su grupo matriz

el 03 may 2011 / 19:37 h.

Encarnación Poto, en las instalaciones de Acyco en Dos Hermanas.

Encarnación Poto, histórica y carismática cooperativista que consiguió reflotar la empresa Acyco, ha abandonado la presidencia del consejo de administración de esa aceitunera de Dos Hermanas tras discrepar con la nueva dirección de la compañía matriz, el grupo SOS, propietario de la marca Carbonell. Poto, de 64 años, dimitió en la última junta de accionistas al considerar que la multinacional española "se ha olvidado" de la gestión de la firma nazarena, "y yo no quiero ser partícipe de su caída", según comentó a los socios en aquella reunión.

No obstante, la directiva, que llevaba 46 años en la empresa sevillana, mantiene la representación de los socios trabajadores de Acyco, que suman el 13% del capital de la aceitunera -la mayoría del accionariado es de SOS-. Por ello, Poto transmitió a los empleados que "lo más importante" es que la compañía siga adelante, pues de ella dependen 150 familias. Con un promedio de edad de 45 años, sería "complicada" la recolocación de la plantilla, señalaron fuentes de la industria de la aceituna de mesa.

La estrategia de SOS pasa por las filiales y los negocios con beneficios y el abandono de los que no ofrezcan rentabilidad, de ahí que Acyco esté en la cuerda floja. "Día tras día pierde contratos", dijeron las fuentes, que apuntan a que hay entabladas conversaciones con otros grupos aceituneros de Sevilla para vender la fábrica nazarena.

El desinterés es tal que Acyco incluso ha abandonado Asemesa, la asociación de industriales y exportadores de aceituna de mesa, con sede en Sevilla y a la que Encarnación Poto -una mujer muy respetada y querida en el sector, además de haber contado en no pocas ocasiones con el apoyo económico de la Junta de Andalucía- siempre había estado vinculada.

Jaime Carbó, nuevo consejero delegado de SOS y directamente puesto en ese cargo por su nuevo accionista de referencia, el grupo Ebro Foods, aún no tiene claro qué hacer con la planta de Dos Hermanas, "pero mientras tanto, Acyco se apaga", lamentaron las fuentes de la industria.

Poto no permanecerá ajena al mundo aceitunero. Además de representar a la minoría de accionistas -la aceitunera era una sociedad anónima laboral hasta que SOS desembarcó en su capital-. Participa en otra envasadora, Comoliva, ubicada en Mairena del Alcor, y que realiza trabajos para otras compañías del sector, sobre todo aquellos más artesanales, y para algunas marcas blancas (de las cadenas comerciales).

Encarnación Poto comenzó a trabajar en la antigua Aceitunera Villamarín con 14 años, rellenando a mano las aceitunas de mesa. Siempre estuvo apegada al movimiento sindicalista, al PSOE y al cooperativismo. En 1994 esta empresa se fue a pique, aunque aglutinó las fuerzas de su plantilla para así forjar una sociedad anónima laboral, Acyco -desde entonces era presidenta-, con 137 socios trabajadores, quienes aportaron a la causa el dinero de sus indemnizaciones.

Antes había vivido el proceso de mecanización y reconversión de la industria aceitunera, con los lógicos recortes de empleados, de ahí su concienciación social y su defensa de las cooperativas.

En 2003 Acyco necesitaba dinero para sus nuevas instalaciones y dio entrada en el capital a SOS con un porcentaje minoritario (33%) que se convertiría en mayoritario seis años después. Así, Acyco dejaba de ser una SAL para transformarse en sociedad anónima.
Poto preside la Asociación de Sociedades Laborales de Andalucía -se fusionará con Feansal- y es Medalla del Mérito al Trabajo y Premio Meridiana.

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