Cuando estábamos en Campana nos dijeron que La Lanzada estaba entrando en Cuna y creímos que teníamos tiempo de sobra para pasar delante de ellos. Estuvimos a punto de quedarnos en El Salvador, pero nos pareció que llovía menos y decidimos seguir adelante, sin saber que Los Panaderos iba ya hacia Orfila. En estas dos decisiones tomadas en el mismo momento por Los Panaderos y La Lanzada, azuzadas por la lluvia para volver aprisa a sus templos, parece estar el origen del tapón que se formó la noche del Miércoles Santo en el cruce de Cuna con Orfila cuando ambas cofradías se cruzaron.
La Cruz de guía de La Lanzada junto al palio de Los Panaderos anoche. Foto: Antonio Álvarez Gómez
La situación causó estupor en los cofrades que la presenciaron y, ampliada por las redes sociales, entre todos los que a esa hora estaban pendientes de la Semana Santa. Lo más incomprensible para la mayoría fue la tranquilidad con la que Los Panaderos se tomaba el regreso, mientras La Lanzada aguardaba bajo la lluvia. Y eso provocó unas pitadas y unos abucheos al paso del palio de la Virgen de Regla de los Panaderos sin precedentes en la Semana Santa.
Los hermanos mayores de ambas cofradías se reunieron ayer mismo para evitar que el desagradable incidente provoque roces entre las corporaciones, visto el alcance de las críticas que durante horas circularon por las redes sociales, atribuyendo también la culpa al Consejo de Cofradías por no achuchar a Los Panaderos cuando se vio que las cofradías iban a cruzarse.
Ambos responsables insistieron en que aún no han reunido la información necesaria para saber qué ocurrió con exactitud, pero coincidieron en que los dos manejaban datos desfasados. Cuando se nos da permiso para ir de la Campana a Orfila se nos dice que La Lanzada está entrando en Cuna, pero no era así, porque al llegar nos encontramos la cruz de guía. Está claro que si el Consejo lo hubiese sabido, tampoco nos hubieran permitido hacerlo, dice Ildefonso Martínez, hermano mayor de Los Panaderos.
El hermano mayor de Los Panaderos asegura que, aunque quiere saber qué ha ocurrido y aprender de esta situación para coordinarse mejor la próxima vez, su preocupación era que se extendiera la idea de un conflicto entre las hermandades. Eso ya lo hemos aclarado, sentenció, tras acudir con el hermano mayor de La Lanzada a los Oficios en San Andrés y conversar sobre lo ocurrido.
El responsable de La Lanzada, Juan Antonio Pérez, coincidió en que un cúmulo de circunstancias causó el encontronazo, que ha demostrado que en las cofradías todo está preparado si las cosas marchan según lo previsto, pero no para situaciones extraordinarias, como los cambios de trayectos y horarios a causa de la lluvia.
Las decisiones se toman rápido, pero los responsables de la cofradía debemos hablar y en esos momentos, que pueden ser cinco minutos, puede variar la situación. Según Pérez, cuando entraron en Cuna no sabían que se toparían con Los Panaderos. Primero les dijeron que sólo iba el primer paso, luego vieron el palio. Ya no se podía maniobrar. Se nos recomendó esperar y eso hicimos. Estuvimos un cuarto de hora, que no es mucho, dijo restándole importancia. Sí le molestó la pitada al paso del palio de la Virgen de Regla. Eso no lo entiendo y me duele mucho.
La misma crítica hizo el delegado del Miércoles, Mateo Domingo González, que consideró que se le puede pitar al Consejo, pero a una cofradía no, porque las personas nos equivocamos pero las cofradías están por encima. El delegado del día admitió que la solución adoptada no fue la más adecuada, abogó por aprender de lo ocurrido sin generar polémica entre las hermandades y prefirió esperar a tener todos los datos para dar una opinión sobre qué falló.
Las cofradías afectadas, con las que el Cecop no se ha puesto en contacto, y el Consejo se reunirán tras la Semana Santa para analizar el incidente y mejorar la coordinación. Porque ayer, un día entero después, sólo una cosa estaba clara: Seguimos sin saber lo que ha pasado.
