La precariedad de las arcas municipales es tal que no solo el pago de las nóminas sino de gastos corrientes como la factura de la luz son, cada día más, un problema para los alcaldes. Su morosidad con los suministradores hace que no sean clientes atractivos. Por eso, cuando en diciembre de 2010 se cumplió el plazo dado por el Ministerio de Industria para adaptarse a la liberalización del mercado eléctrico, es decir, para los contratos de suministro de los consumidores con una potencia contratada superior a 10 kilovatios salieran a concurso, muchos ayuntamientos se encontraron con que ninguna eléctrica se interesó por ofrecerse y Endesa amagó con cortarles la luz ya que, legalmente, no podría prorrogar el contrato. Industria dio una moratoria de un año, que se cumple en diciembre, pero Endesa -la principal suministradora en Andalucía- y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) ultiman un acuerdo por el que la eléctrica hará descuentos y dará facilidades a los alcaldes para pagar los recibos. El acuerdo beneficiará a unos 150 consistorios.
Esta misma semana, Coín (Málaga) sufrió cortes de suministro, restablecido en pocas horas, en varios puntos públicos como el cementerio o algunos de sus monumentos, ante la deuda de 400.000 euros que arrastra con Endesa. No es un caso aislado, pero en el pacto que FAMP y Endesa firmarán en los próximos días -la fecha está por concretar por problemas de agenda entre el presidente de la FAMP, Francisco Toscano, y los directivos de la eléctrica-, la compañía se compromete a no llegar a este punto.
Para ello, Endesa estudiará la situación de cada uno de los ayuntamientos que le deben dinero, con el fin de establecer planes individualizados de pago. Aquellos que saneen sus deudas o incluso puedan anticipar pagos, podrán revisar con Endesa anualmente las condiciones de su contrato y los precios que ésta les ofrece.
En el acuerdo, la eléctrica ofrece descuentos en la factura de entre el 19 y el 24% para suministros de electricidad de alta tensión y de hasta un 17% para suministros de baja tensión con potencia superior a los 15 kilovatios. Además, suprime el 20% de penalización en la tarifa disuasoria, que es la impuesta a aquellos clientes que no cambiaron a tiempo de suministradora cuando entró en vigor la liberalización del mercado. Automáticamente fueron transferidos a la llamada tarifa de último recurso, prevista para los clientes que tienen contratada una potencia de menos de 10 kilovatios. Pero a los que tienen más potencia contratada, se les encareció esta tarifa primero en un 5%, luego en un 15% y finalmente en un 20% durante la moratoria que dio el ministerio para que se cambiaran. Ahora, Endesa eliminará este incremento a los alcaldes andaluces.
El pacto entre Endesa y la FAMP llega tras meses de negociaciones para evitar que se repita la situación de hace un año, cuando la eléctrica remitió una carta a los ayuntamientos advirtiendo de que el 1 de enero cortaría el suministro. El problema es que los ayuntamientos son grandes consumidores de luz pero malos pagadores y no resultan clientes atractivos. Desde la FAMP reconocen que este verano ha sido habitual que las eléctricas hayan pedido por adelantado los pagos correspondientes a la iluminación durante sus fiestas, que dispara el consumo y con ello la factura.
Pero el órdago de Endesa también le valió el toque de la Junta de Andalucía y el Gobierno central, por dejar sin un servicio básico a cientos de municipios. Por ello, alcaldes y empresa han buscado un punto de encuentro.
El acuerdo tendrá una vigencia anual renovable hasta el 30 de septiembre de 2012, periodo en el que Endesa tendrá que mantener a los alcaldes las condiciones de pago y precios que pacte con cada ayuntamiento en función del número de puntos de suministro, el perfil tipo de consumo, los usos y aplicaciones de la energía, la forma y el tipo de pago.
