Menú
Deportes

Entrenador y sevillista, apuesta perdida

La apuesta del club por los técnicos de la casa no está dando buen resultado. Jiménez no fue el ‘Wenger’ con el que soñaba José María del Nido y acabó destituido. Álvarez, otra solución interina, también ha fracasado al frente del conjunto hispalense. Está claro que ha llegado el momento de cambiar de política.

el 26 sep 2010 / 21:06 h.

La cantera del Sevilla ha dado grandes jugadores al primer equipo, al fútbol nacional e incluso al mundial. Quizás Jesús Navas sea el gran ejemplo, campeón del mundo con España, como también Sergio Ramos y Marchena, formados en la carretera de Utrera, como se encarga de recordar la entidad nervionense en su recinto de entrenamientos. Pero la historia también demuestra que la cantera del Sevilla no es especialista en forjar buenos entrenadores, al menos en los últimos años. Quizás tampoco malos, pero desde luego no del nivel que exige el equipo hispalense en la actualidad.

Manolo Jiménez estuvo al frente del banquillo sevillista casi dos temporadas completas, pero salió de la entidad por sus malos resultados y por el descontento general de la grada con el juego del equipo. Ahora Antonio Álvarez volvía a estar en la picota tras el deficiente comienzo de la campaña del Sevilla. La pérdida, con pésima imagen incluida, de la Supercopa de España, la eliminación de la Liga de Campeones y los partidos ante el PSG, el Racing de Santander y, sobre todo, el de ayer ante el Hércules han dejado a las claras que los técnicos de la casa no suelen dar buen resultado. Antes se quedaron en el camino otros preparadores vinculados con la casa, como Juan Carlos Álvarez o Julián Rubio. Desde Manolo Cardo no se recuerda un técnico salido de la casa reconocido por el sevillismo.

Teniendo en cuenta los dos últimos intentos frustrados, con Manolo Jiménez y Antonio Álvarez hacen bien la dirección deportiva y la cúpula dominante de la entidad, es decir, Del Nido y Monchi, en replantearse la política de entrenadores. Está claro que para dirigir un equipo con tantas exigencias, para dirigir una plantilla de alto nivel –en teoría– a día de hoy, hace falta un entrenador con cierta experiencia, con una trayectoria reconocida y con un importante bagaje a sus espaldas. Es el momento de reconocer los errores en la planificación y dar un giro en lo deportivo. Para eso llega Gregorio Manzano.

  • 1