Cultura

Érase una vez, hace 30 años...

‘Yo fui a la EGB’, de Javier Ikaz y Jorge Díaz, se presenta en Sevilla como una invitación a la nostalgia ochentera a través de objeto de uso cotidiano y referencias culturales

el 19 dic 2013 / 10:49 h.

El juego es simple: ponga en manos de alguien un bolígrafo tipo Bic y una cinta de casette. Si no logra adivinar la relación entre ambos objetos, la conclusión inapelable es que no vivió los años 80. Lo mismo cabría decir si el sujeto en cuestión no sabe completar la frase “Un dos tres...”, si nunca ha leído el Teleindiscreta, si nunca se ha comido un Frigodedo o si ignora qué demonios fue El libro gordo de Petete o quién era Orzowei. Estas y otras referencias son el contenido de Yo fui a EGB (Plaza & Janés), el libro de Javier Ikaz y Jorge Díaz que ayer se presentó en Fnac Sevilla. Con cinco ediciones vendidas en este arranque de la campaña navideña, Yo fui a EGB es la demostración palmaria de que la nostalgia no solo puede ser gratificante, sino también muy rentable. “A los que tenemos más de 30 años, hijos de ese baby boom de los 70, nos gusta recordar de manera sana”, explica Ikaz, quien recuerda que este éxito editorial empezó, paradójicamente, en un ámbito tan del siglo XXI como internet. “Primero tuvimos un grupo de Facebook donde íbamos colgando las cosas que encontrábamos. Pero la gente nos fue demandando más y más, hasta que no tuvimos más remedio que crear un blog y escribir más. Finalmente, la gente de la generación analógica necesita tocar, y nos decidimos a sacar el libro”. yo-fui-a-EGBLas páginas de Yo fui a EGB dan, en efecto, para un tratado sociológico de la época, pues abarca desde hábitos alimentarios (chicles Cheiw y Bang Bang, Peta-zetas, Chimos, Pita-gol, caramelos de Cuba-libre, Tostaricas y Tigretones) a vestimentas (verdugos, calentadores, guardapolvos, relojes calculadora, zapatillas Yumas o Paredes...), pasando por la convivencia en el recreo o el inagotable catálogo de juegos y juguetes: Juegos Reunidos, Monopoly, Tragabolas, Simón, el cubo de Rubick, el Blandiblub, el Exin castillos, la Barbie y He-Man... hasta la llegada de las maquinitas portátiles. Un montón de imágenes cargadas de recuerdos que, sin duda, los lectores que se acercan a los 40 –o los pasan ya ampliamente- querrán compartir con sus hijos. ¿Seguirá funcionado toda aquella sugestión en las nuevas generaciones? Ikaz cree que sí: “Hoy mismo estuvimos en un colegio, mostrándoles a los chavales muchas de estas cosas, y a todos les gusta como a nosotros entonces. Es verdad que nosotros tuvimos solo dos canales de televisión y la cuarta parte de los juguetes que ellos tienen ahora, pero hay algo que parece ir más allá de la época. Eso sí, si hablamos de tecnología, los niños de hoy son infinitamente más avispados que nosotros”, asevera. Como corresponde a una generación que creció pegada al televisor, el lector de Yo fui a EGB se reencontrará también con Mazinger Z, Gargamel y los Pitufos, Casimiro, Botilde, La bola de cristal y sus Electroduendes, Espinete, Sandokán, Verano azul y las nocheviejas de Martes y Trece. “Mayra Gómez-Kemp nos presentó en Madrid, y en Barcelona tuvimos a Loquillo y a la ficha azul de Parchís”, destacan los autores del libro, que tampoco se olvidan del material escolar de la época –ceras Manley, cuadernos Rubio, gomas Milan, rotuladores Carioca o el imprescindible Iter Sopena– como las películas y canciones que marcaron los años en los que España salía de la larga noche de la dictadura. “¿Lo mejor de aquel tiempo?”, se pregunta Ikaz. “Creo que el simple hecho de ser niños, y la mirada con la que veíamos todo, porque a esa edad estrenas todo cada día. Y lo peor, probablemente la poca independencia que tienes. ¡Y los castigos, aquello de quedarte una hora más después de clase!”. Sea como fuere, para los autores del volumen lo que mejor ha resistido el paso del tiempo es la música. “Sigue habiendo programas sólo de canciones de los 80, con mucho éxito”, afirman. Lo que peor ha envejecido también lo tienen claro: “Aquellas hombreras y el pelo cardado... ¡Que estarán de moda otra vez dentro de cuatro días!”

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