"Es más difícil ver en los pueblos a gente pidiendo por las calles"

Apenas tres meses después de cumplir una década al frente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos desmenuza las reformas legales que amenazan la autonomía de los pueblos y la próxima batalla electoral.

el 21 dic 2014 / 10:59 h.

Fernando Rodriguez Villalobos en un momento de la entrevista. \ Pepo Herrera Fernando Rodriguez Villalobos en un momento de la entrevista. \ Pepo Herrera Entrevista realizada por Diego M. Díaz e Iñaki Alonso Lleva una década –larga ya– al frente de la Diputación. Pero Fernando Rodríguez Villalobos no olvida sus orígenes como alcalde de aquel rincón de la Sierra Sur llamadoLa Roda de Andalucía. Queda impregnado en un discurso de defensa a ultranza del municipalismo y también en la forma de trabajar en una institución provincial que funciona como abrigo de los pueblos. —¿Qué le quita más el sueño, los ‘peligros para el municipalismo’ de la reforma local o la cercanía del 24-M? —Hay un hilo umbilical que las une. La reforma local emprendida por el Gobierno central, que tanto he denunciado, cercena y mutila la lucha de los últimos 30 y 40 años por la autonomía municipal. Impide que la corporación local pueda poner en marcha medidas que su pueblo le demanda. El PP, aprovechándose del momento económico que vivimos, nos ha metido esta ley, porque dicen que como la deuda pública es tan bestial, se acabó que cada uno gaste lo que quiera. Cosa que no ha sido así, ni es verdad. Sólo pretende meter la nariz en un campo abonado por el municipalismo. —Cuando habla de esa control a los ayuntamientos, y a pocas fechas de las elecciones, ¿no da un poco de apuro meterse a alcalde? —El escenario no es el más atractivo, pero el político local es por vocación. Se diferencia de otros porque vive el día a día de los problemas de los vecinos. Eso hay que valorarlo. Ahora que los políticos no están muy bien vistos en la calle, yo apuesto por el político local, que se deja la piel y, quizás, no son tan reconocidos. —¿Cómo le afecta al ciudadano esta reforma local? —Todo lo que cercene la ley en materia de competencias, como políticas sociales o educativas, le afecta de forma directa a los vecinos. Otra cuestión es que los vecinos no se hayan dado cuenta de sus efectos aún. —Pero también los Ayuntamientos se han excedido a veces en las competencias. —Puede ser que eso sea verdad. Pero, quién tiene capacidad de dirigirse a un vecino que ha ido a cursar una solicitud al despacho del alcalde y necesita actuación rápida? ¿Cómo se le dice que eso no es competencia del pueblo? El político local debe ser resolutivo. No puede ponerse a pensar, tiene que arreglar el problema. —Tanta controversia desprende esta ley, que incluso dirigentes del PP han mostrado su disconformidad. —Claro. La ley debe ser reformulada. En un tiempo no muy lejano debe hacerse una valoración de lo que ha significado su aplicación. Sí no quitarla, porque eso no lo va a permitir el partido que tiene la mayoría absoluta en el Congreso, sí que hay que limar lo que perjudica. —También se ha posicionado en favor de abordar una reforma constitucional con mayor papel municipalista. —Aprovechando que se debte sobre reformar la Constitución, que duda cabe que el papel del municipalismo debe ser reforzado y hablar de una financiación real de las haciendas locales. El Gobierno del país siempre le da pares y nones al municipalismo. Pero el PP ha ido más lejos, quitándole autonomía a los Ayuntamientos. —Pero el PSOE, cuando Gobernó, tampoco cumplió. —Sí, pero el PP impuso la ley que nos ata de pies y mano. —El Banco de España evaluó recientemente que los Ayuntamientos son los más ahorradores. ¿Realmente se está haciendo los deberes? —Se ha hecho una reducción de deuda importante. No sólo se han hecho los deberes. Esta casa pasó de una capacidad de endeudamiento del 90% a poco más del 60% en 2014. Y las previsiones para 2015 son del 40%. Son deberes tan bien hechos que ahora tenemos capacidad de endeudarnos, si el Gobierno lo permite. Esto significa una fuente de ingresos muy importante de cara al próximo mandato. Villalobos Dos Imagen de Pepo Herrera —Los técnicos dicen, en sus previsiones para el próximo año, aunque todavía no están cerradas, que volverá a haber superávit. La oposición critica que ocurre porque no gastamos el presupuesto. Pero es porque hay una buena gestión detrás. Se han hecho esfuerzos de austeridad y ahora están llegando los resultados. —Ya quieran muchos Ayuntamientos estar en esa buena situación financiera. —La mayoría paga en condiciones, en tiempo y forma. Pero hay un grupo que lo están pasando peor. La obsesión de este gobierno es poner el efectivo a producir liquidez en los consistorios, poniendo el foco en los que están peor. —Mientras toda Europa habla del Plan Juncker, y espera la inyección de dinero, en la provincia hemos vivido el Plan Supera. —El Supera ha supuesto una inversión sin precedentes en la provincia. Fueron 64 millones para el Supera, con el que los alcaldes se jugaban mucho, porque podían conceder las obras por adjudicación directa y contratar a los vecinos. En el Supera II destaca la inversión en carreteras. Ha sido un revulsivo y los alcaldes siguen pidiendo más.Por eso, si hay superavit, habrá para los Ayuntamientos una tercera edición del Supera. Lo están esperando. A otras administraciones les cuesta más trabajo dar esas soluciones. —Cuando presentó el presupuesto, destacó la apuesta por el gasto social ¿Cómo de necesitados están los pueblos en materia social? —Como estamos atravesando una crisis tan fuerte, tienes que priorizar. No hemos tenido ninguna duda: seis de cada diez euros debían ir a prestación social. En los tiempos de crisis siempre se lleva el palo el que más lo necesita. Desgraciadamente es así. Los ricos siguen siendo ricos y los pobres, cada vez lo son más. El Estado nos pegó un recorte en servicios sociales, en la llamade Ley de Dependencia. Si falla una de las patas, es la del Gobierno Central, que no está pagando el 50% como dice la ley. Tanto Junta como Diputación tenemos que suplir esa carencia. —¿Se está acrecentando la diferencias sociales en los pueblos de la provincia? —Sí, pero en los pueblos menos que en la capital. Hay mucha sensibilidad y se trata de paliar las dificultades que determinados segmentos de la sociedad puedan soportar. En los pueblos hay más solidaridad entre los vecinos. Por eso es más difícil ver a personas pidiendo en las calles. Somos diferentes, no porque seamos más buenos, sino porque la gente se conoce más y los ayuntamientos están mucho más pendientes. Pero no cabe duda de que se ha abierto una brecha más profunda de lo que existía antes de la crisis. —Cambiemos el tercio. ¿Está deseando acabar el año para salir de Fibes? ¿Sería un buen regalo de navidad? —De Fibes, al igual que de otros organismos en los que la Diputación tenía una participación activa en los 90, se ha decidido salir, porque no tiene una repercusión directa con los pueblos. Es un espacio extraordinario, aún más con su ampliación, pero si nos damos cuenta, está ubicado por y para la ciudad. La Diputación debe encargarse de solucionar los problemas emanados de la provincia. ¿Cómo le vendo a un alcalde o a un vecino de un pueblo que estamos alimentando desde el punto de vista económico al Teatro de la Maestranza, a Fibes o al Estadio Olímpico, cuando a lo mejor no podemos dar una subvención a ese pueblo para hacer allí una infraestructura? La Diputación tiene que cerrar filas y focalizar sus energías en los pueblos, fundamentalmente en los más pequeños. —Después de una década como presidente, ¿cómo ha cambiado la institución? —Se ha impregnado de lo local, de trasladar el modelo de ayuntamiento a la Diputación. Se ha tumbado consideraciones antiguas que le daban una imagen más protocolaria de la Diputación. En la época de la Dictadura la institución no tenía gestión, era puro protocolo. —Hay quien piensa lo contrario y no ve sentido a la existencia de una institución como la Diputación. Lo que ocurre es que hay mucho desconocimiento de cómo funciona esta casa. Hay quien lo confunde con la Junta. Eso es porque nunca se ha hecho una campaña para vendernos. Y eso se nota. Quienes conoce la Diputación, valora su trabajo. —A la imagen de la Diputación, no ayuda lo vivido en el marco de la Operación Enredadera, con la Guardia Civil saliendo con cajas de la sede. ¿Cómo vivió ese día? —Mal. Como cualquier persona que es reponsable y tiene en su cabeza salvaguardar la imagen de una institución. Se podía haber hecho más disimuladamente, qué duda cabe. Lo que hice, y volvería a hacerlo, es apoyar a la Justicia y a las fuerzas del orden público, a las que se le facilitó todo. Todo es todo. Al final tampoco hay que magnificar. En la Diputación registraron el despacho de un funcionario. Sólo eso. Se vino con un auto para registrar un puesto de trabajo. Estoy convencido de que aquí, en la casa, el procedimiento administrativo cuenta con todos los parabienes. Ahora bien, y lo reitero, lo que ocurra de la puerta para fuera, ni lo sé ni lo puedo controlar. —Ya como presidente del PSOE de Sevilla,¿tienen escogidos a todos los candidatos en la provincia? Elegidos no. Hay un proceso de 20 días en enero, en el que las asambleas locales deben manifestarse con los candidatos y listas. Sí sabemos como está el mapa en la provincia y hemos hablado con los futuribles. Sí le garantizo que, una vez más, nos presentaremos en todos y cada uno de los pueblos de la provincia de Sevilla. —En las últimas municipales se perdieron plazas socialistas. ¿Qué escenario espera para el año 2015? —Manejamos encuestas y estudios que revelan que el PP va a perder porcentaje en la provincia y que el PSOE va a recuperar algún que otro municipio que se perdió en 2011 por un ambiente negativo que por entonces nos afectaba.El PSOE tendrá una victoria igual o mayor que hace cuatro años. Y varmos a recuperarar el Ayuntamiento de Sevilla de la mano de Juan Espadas. —¿Se imagina un escenario futuro con Podemos en el Pleno de la Diputación? Por ahora no lo veo. Qué duda cabe que han irrumpido, pero pienso que su efervescencia ha tocado techo. A nivel nacional han tenido gran crecimiento, pero en Sevilla y Andalucía el PSOE está fuerte para el envite. En la región se consolida el liderazgo de Susana Díaz. Hablamos de la política más valorada a nivel nacional. —Habla deDíaz, ¿cree que le disputará a Pedro Sánchez el liderazgo del PSOE antes de las generales? —Esa polémica está vacía de contenido. La presidenta de la Junta ha reiterado hasta la saciedad que está por y para Andalucía. Susana tuvo la oportunidad en su momento de postularse a la secretaría general, y no quiso. Su compromiso, repetido mil veces, es con los andaluces, por mucho que ciertas voces busquen elementos desestabilizadores postulándola en Madrid. Este debate se abre por intereses de terceras partes, desde luego ninguna del PSOE. Lo que sí está claro es que una política de la talla de Susana Díaz, a sus 40 años, puede aspirar a donde crea oportuno. —Y al respecto de aspiraciones, la suya propia. ¿se ve con fuerzas de volver a ser presidente de la Diputación en el próximo mandato? —Soy una persona muy disciplinada y mi educación política es escuchar lo que piensa mi partido, el PSOE, que será quien decide, en el caso que se den las circunstancias, para decir si estoy capacitado para seguir otros cuatro años. Sinceramente, no pienso en ello. Tengo tal confianza en mis compañeros y sé que la decisión del partido será totalmente seria. Mi tiempo ahora está en sacar esto adelante, ayudar a los vecinos de los pueblos. Por eso, quiero aprovechar para tender tender una mano a convenios con el Gobierno central. Pido y estoy predispuesto para fomentar con el Gobierno central un gran plan de empleo extraordinario para la provincia de Sevilla. Ya me consta que la Junta estaría dispuesta a participar. Por la parte de la Diputación, pondremos todo lo necesario para que esto sea posible.

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