Ni el PP, más centrado en el asalto a Mairena del Aljarafe, creía en que José Luis Benavente iba a ser alcalde en un pueblo como Gelves que ha sido inalcanzable para el centro-derecha desde 1979. Por eso no extraña que solloce cuando le preguntan por la noche electoral. El nuevo alcalde no falta a una reunión del 15-M y está convencido de que se puede atraer a nuevas empresas, reflotar Puerto Gelves y hasta traer el Metro.
-Tenía tres ediles y ahora mayoría absoluta, ¿se lo imaginaba?
-Eramos conscientes de que podíamos ganar, pero había que hacerlo con mayoría amplia porque de otra manera no gobernaríamos. No era cuestión de medias tintas. O había un cambio brusco o nada. La gente me paraba y decía que cómo iba a ganar si tenía tres concejales. Me tildaban de loco tanto dentro como fuera del partido.
-Y llegó la noche electoral.
-Aquella noche empezamos a ganar las próximas elecciones. No es que las tengamos ganadas, pero la forma en que asumimos [la voz se le entrecorta], la victoria, con esa prudencia y saber estar, es algo... Perdona la emoción, pero es que llevábamos 32 años sin gobernar y se dice pronto. Era un momento importante y no quería malos gestos. Hoy ganas y mañana pierdes. Hay que ser respetuosos y llevar ese mensaje a los ciudadanos.
-Se dice pronto que no se haya ganado en los últimos 32 años.
-Ganamos en 1999 por unos votos, pero fuimos generosos y le dimos la Alcaldía a otro. Eso nos costó mucho recuperarlo. Ahora todo ha cambiado, hasta el tiempo en el poder. Gelves por fin tendrá un alcalde que no se jubile. Los anteriores lo hicieron. Yo tengo mis días contados: el máximo son ocho años y el mínimo son cuatro.
-Los nuevos alcaldes se están quejando de la crisis, ¿se suma a la lista? ¿Cómo están las arcas?
-Mucho peor de lo que imaginaba. Los vecinos dicen que sabía que estaban mal, pero eso lo sabía hasta el conductor de autobús que viene a diario. Pero tenemos facturas pendientes, una deuda de seis millones y una nula tesorería. El acta de arqueo la recibimos con 320.000 euros en efectivo y la nómina es de 370.000 al mes. La batalla es pagar los sueldos, mantener los suministros y que no haya recortes sociales. Sólo un dato. En mi primer día, me desayuno con la llamada de que habían cortado la luz en el puerto. A partir de ahí lo que cuente es poco.
-Con esa tesitura, ¿qué medidas se pueden adoptar?
-Las decisiones son duras. Una es suprimir la feria, porque aún debemos facturas del año pasado. Por eso optamos por suprimirla y hacer unas fiestas patronales por la Virgen de Gracia, que sale el domingo. Los días previos habrá actividades en la calle Real. Eso será de ayuda a la hostelería que lo está pasando mal. La crisis hace que volvamos a vivir la fiesta en el centro en vez de en el recinto ferial.
-¿Se contemplan despidos?
-Queremos evitarlo. Hay que gestionar los recursos e intentar evitar el trauma de despedir a personal municipal. Eso se batallará en los próximos meses. Vamos a estudiar las necesidades que hay y acoplarlas a la realidad. El Ayuntamiento no puede ofrecer más trabajo del que tiene, aunque puede crear las condiciones para tirar de empresarios y autónomos, los que están y los que estarán.
-¿Gelves también está tapado en el terreno empresarial?
-Si. Hay que hacer que Gelves brille con luz propia exaltando sus banderas. Una es la instalación portuaria que no tienen otros pueblos de España. Antes se nos conocía por Puerto Gelves, pero ahora está en decadencia y hay que ponerlo en valor. También tenemos una Escuela de Artesanos, que hacen maravillas y tiene una inserción laboral del 75%. Y si hablamos de la tauromaquia, está Joselito el Gallo.
-¿Cómo se puede reflotar la actividad en Puerto Gelves?
-La supresión de las ferias náuticas hizo tambalear a Puerto Gelves. Año a año se fue deteriorando y se llega al punto actual, donde hay dos opciones: cerrarlo o echarle ganas y levantarlo. La primera está descartada. Tenemos alguien en la lista que fue campeón de piragüismo. Con él, vamos a devolver el puerto a la juventud, que está abandonada y le urge actividades deportivas de base. Sería un crimen no hacer uso del puerto y ese río.
-Para llegar al río antes está la autovía, que os parte en dos, ¿tenéis alternativas a ese escollo?
-La situación es compleja y más con ese vallado que complica más la conexión. Lo ideal sería pedir su soterramiento, pero eso entraña dificultades. Habrá que sentarse con la Junta. Gelves, que en verano no tiene mucho tráfico, se colapsa el resto del año. Y si la SE-40 va a un ritmo más lento, seguirá así.
-¿Coincide con Tarno de que la SE-40 sólo existe entre La Rinconada y Dos Hermanas?
-Si nos ceñimos a lo que se está haciendo, estamos algo defraudados porque son obras claves para el Aljarafe. La SE-40 podría ser una solución al tráfico, pero la situación está muy ralentizada. Las administraciones debería actuar.
-Pero la crisis aprieta...
-Somos reivindicativos, aunque tenemos los pies en la tierra. Pero hay cuestiones como el Metro, que reivindicamos desde la oposición. Gelves no puede quedarse aislado.
-La Junta no parece por la labor de más ampliaciones. Ya le han cerrado la puerta a Tomares. -Tengo confianza en que se convoquen elecciones autonómicas y facilite más ese reivindicación, porque tenemos el compromiso del que esperamos sea el presidente si los andaluces quieren, Javier Arenas, de que el Metro llegará.
