La ministra del Migrante de Ecuador, Lorena Escudero, instó ayer a Europa a que no vea al inmigrante sólo como "fuerza de trabajo", sino como un ser humano cargado de posibilidades, al que no se debe discriminar por su condición migratoria.
La visión de ver al otro como "una amenaza" perjudica a la humanidad en su conjunto, al emigrante y a la sociedad de destino, consideró la ministra en una entrevista con EFE en Madrid.
"Pedimos que no se tenga miedo al otro, que se le vea como una riqueza", subrayó la ministra.
Escudero sostuvo que el "endurecimiento" de la política migratoria de los países de destino no es la mejor forma de caminar hacia la gobernabilidad democrática.
En ese sentido, se mostró crítica con la directiva de retorno para inmigrantes irregulares aprobada por el Parlamento Europeo en junio pasado.
Se trata de un "error histórico" y "un retroceso" en un continente como Europa, que ha sido la cuna de la defensa de los derechos humanos y que ha vivido procesos de emigración, indicó la ministra ecuatoriana.
Escudero relató que Latinoamérica ha invitado a España y a Europa en su conjunto a un "diálogo horizontal" a fin de que "no se tomen decisiones unilaterales" que afecten a los ciudadanos latinoamericanos.
Porque, en su opinión, para regular los flujos migratorios es necesario "escuchar tanto las voces de los países de origen, de tránsito, como de destino".
Firme defensora de que se respete la libre movilidad de las personas, la ministra ecuatoriana promueve el "pasaporte universal", que establece que "toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado".
La iniciativa ha tenido muy buena acogida en el III Foro Social de las Migraciones, que se celebra en la localidad de Rivas, en las cercanías de Madrid, hasta mañana sábado y que reúne a organizaciones civiles de más de noventa países.
Para Escudero, aunque el "pasaporte universal" es "un ideal, una utopía", trata de ser "una apuesta por la no discriminación y la aceptación positiva de la realidad migratoria".
La ministra quiso transmitir un mensaje de tranquilidad a sus nacionales al explicar que el Gobierno de Ecuador "está comprometido en la defensa y dignificación del proceso migratorio".
La emigración aumentó en Ecuador de manera notable desde 1999, cuando se produjo una de las peores crisis financieras de la historia del país, que provocó el cierre de varios bancos y la intervención estatal de otros.
La ministra del Migrante cifró en 800.000 los ecuatorianos residentes en España, el sesenta por ciento de ellos en situación regular.
Recordó que Ecuador además de reconocer el derecho a emigrar contempla asimismo el derecho a regresar de forma "digna".
Así, citó el plan "Bienvenidos a casa" como una de las iniciativas puestas en marcha para recibir a aquellos nacionales que decidan regresar, mientras que se pone en marcha un cambio de modelo de desarrollo en el país.
"Estamos arreglando la casa, para que vuelvan estamos cambiando de modelo de desarrollo", explicó.
Lorena Escudero finalizará el domingo próximo su visita a España tras inaugurar la Casa Ecuatoriana en Madrid, patrocinada por la Secretaría Nacional del Migrante (Senami).
Durante su estancia en España se ha reunido con el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, y la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jíménez, a fin de expresar el deseo de su Gobierno de renovar los acuerdos suscritos en materia de inmigración.
