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Espacios culturales

Por fin el Ayuntamiento de Sevilla, después de la crisis de la Casa de los Poetas, emite a través del ICAS un mensaje respecto a los posibles contenedores de su programa cultural, reiterando el compromiso de rehabilitar Santa Clara con ese mismo fin. Ya veremos en qué términos.

el 16 sep 2009 / 00:37 h.

Por fin el Ayuntamiento de Sevilla, después de la crisis de la Casa de los Poetas, emite a través del ICAS un mensaje respecto a los posibles contenedores de su programa cultural, reiterando el compromiso de rehabilitar Santa Clara con ese mismo fin. Ya veremos en qué términos. Una vez la Junta de Andalucía, con un caixaforum, arbitrara una salida en la incógnita que se cernía sobre las Atarazanas, el gobierno de Sevilla debía hablar de sus espacios. Así, el que fuera mercado de la Puerta de la Carne, importante obra moderna, podría ser una escuela de arte tecnológico, mediante un acuerdo de colaboración con la Caja de Ahorros del Mediterráneo; e igualmente se anuncia la vinculación al Proyecto Lunar, de fomento de industrias culturales, de un área de las antiguas naves de Hytasa. Bien. Pero la antigua Fábrica de Artillería, un monumento excepcional, desconocido para muchos sevillanos, sigue teniendo un destino incierto. Tras su paso a titularidad municipal en 2007, no se le ha sabido encontrar el destino acorde con su importancia y características.

Estos problemas sólo se pueden afrontar de manera coherente mediante un Plan de equipamientos e infraestructuras culturales, de manera que todos los espacios, sean cuales sean sus titulares, privados o públicos, de cualquier administración o institución, con valores o potencialidades culturales, se integren en un documento analítico y prospectivo, sobre el que puedan precisarse acuerdos coherentes. Es lo que ha acometido la ciudad de Córdoba, con la colaboración de la Fundación Arquitectura Contemporánea, con vistas a su candidatura a la capitalidad cultural europea de 2016.

La dimensión cultural de muchas ciudades se suele constreñir a un aspecto concreto en el que alcanza relevancia. Un reconocido carácter monumental, una oferta de museos o exposiciones atractivos, o unos festivales de naturaleza musical, por ejemplo, suelen ser modalidades por las que una ciudad media se sitúa en un circuito de excelencia, traduciéndose en rendimientos turísticos.

Pero, con ser positivo, no es bastante. Se deben explorar las posibilidades que brinda una concepción dinámica de la cultura, una cultura participada y abierta, entendida como pauta de ciudadanía en una sociedad avanzada, que quiere potenciar sus valores creativos y seguir construyendo una identidad que no tenga sus señas constreñidas a la convención de unos atributos, muchas veces de reciente invención, utilizados para negar toda innovación y la dimensión contemporánea de esa identidad. Córdoba puede hablar de esa complementariedad mediante dos excelentes espacios culturales de nueva planta: la sede institucional de Madinat al-Zahara, concluyéndose, y el Centro de Creación Contemporánea, iniciándose.

Todos los planos deben intersectarse, todas las posibilidades explorarse. Aquellos que son vividos de forma natural por la ciudadanía deben encontrar su cauce. Pero son las iniciativas innovadoras las que más necesitan de los poderes públicos.

Catedrático de Arquitectura de la Hispalense. vpe@us.es

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