Entre las principales demandas ciudadanas, según el PSOE, figuran "el caos de tráfico disparado tras la derogación del Plan Centro sin una alternativa al notable aumento de la circulación, con los atascos y los riesgos para la seguridad que supone el constante flujo de entrada de vehículos por una zona eminentemente peatonal". De hecho, los vecinos "han solicitado sin éxito, al igual que lo hizo el PSOE, conocer el supuesto documento que el delegado de Movilidad, Demetrio Cabello, dijo haber entregado a Zoido para su visto bueno, un plan que sigue siendo una auténtica incógnita y que se ha redactado sin el consenso ni la participación de los vecinos y colectivos interesados, como sí ocurrió con el derogado en julio".
La ausencia de un plan se une a las peticiones de mejoras en la circulación con el cambio de señales "contradictorias" en el entramado de calles como Bécquer, Pacheco y Núñez del Prado, y Marqués de Esquivel que dificultan el tránsito de residentes en una zona donde además hay varios colegios. Además, "otro punto negro relacionado con el tráfico y sobre el que el distrito aún no ha respondido es a la necesidad de encontrar una mejor ubicación para los aparcamientos de motos que forman una barrera visual que esconde a los peatones que pretenden cruzar la calle".
Por último, Espadas han podido recoger de primera mano la opinión coincidente de los representantes de vecinos sobre la idea de Zoido de volver a levantar el bulevar para construir un aparcamiento subterráneo, "un globo sonda que no ha sido consensuado y sobre el que el PSOE manifiesta su frontal oposición por las molestias que generará y por alimentar el efecto llamada de vehículos privados para el centro en que parece estar empeñado el Gobierno del PP".
De igual forma, Espadas ha recogido la denuncia de los colectivos sobre "la ruptura del modelo de participación ciudadana en la toma de decisiones para el barrio, un elemento preocupante puesto que lleva al Gobierno del PP a tomar medidas de satisfacción puntual para unos sin tener en cuenta ni la opinión mayoritaria ni las repercusiones negativas que éstas puedan tener, como ocurrió en el lamentable capítulo de la mudanza de bancos sin criterio alguno".
En este sentido, ni oposición ni vecinos han podido conocer pese a los ocho meses de mandato ya transcurridos, las líneas generales con que el PP pretende trabajar en el distrito, "un síntoma de que Zoido ha roto en la Alameda el modelo de interlocución anteriormente existente sin proponer uno nuevo eliminando incluso herramientas de decisión ciudadana como los Presupuestos Participativos".
Por ello, Espadas reclama a Zoido que restablezca los cauces de relación con los vecinos así como con los comerciantes y hosteleros de la zona "con quienes está obligado a pactar un esquema de convivencia que haga compatibles los intereses particulares de cada colectivo, con reglas claras y sentido común, algo que no se conseguirá si el PP sólo se apoya en la presión y control estricto que pueda hacer la Policía Local de actividades nocturnas".
