El portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla, José Manuel García, reclamó ayer al alcalde, Juan Ignacio Zoido, que «siga el ejemplo de la Junta de Andalucía» y complemente cuanto antes con un plan de choque municipal propio el nuevo programa de empleo joven del Gobierno autonómico, que permitirá al Consistorio contratar a más de 1.200 jóvenes en los próximos meses. En una nota, García celebró que Zoido «rectifique» y se acoja finalmente a esta «potente» iniciativa, a pesar de que en un primer momento «la denostó y amenazó incluso con no aplicarla en la ciudad, siguiendo así la consigna dada desde la dirección del PP andaluz al respecto».
Por su parte, desde el PSOE también se instó a que no se «limite» a recibir los fondos de la Junta de empleo joven y del decreto de exclusión social «sin aportar ni un solo euro mientras se dedica a decir que tiene un supuesto superávit». «Es la ley del mínimo esfuerzo», lamentó su portavoz, Juan Espadas.
Los socialistas indicaron que el Ayuntamiento de Sevilla, «con el segundo presupuesto más alto de Andalucía y estancado en torno a los 90.000 desempleados no puede limitarse a recibir los fondos de la Junta de Andalucía». «Llevamos meses reclamando que debe aportar fondos propios para incrementar el número de beneficiarios o la duración de los contratos, pero el gobierno de Zoido siempre aplica la ley del mínimo esfuerzo especialmente en materia de empleo, de vivienda, de servicios sociales y de atención a los barrios».
Por su parte, el concejal de Economía, Empleo, Fiestas Mayores y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Gregorio Serrano (PP), replicó que tanto IU como PSOE deben «evitar hacer el ridículo y engañar a los sevillanos» con el Plan de Empleo Joven. Según dijo Serrano en una nota, el Plan de Empleo Joven es «una iniciativa europea y financiada exclusivamente por el Fondo Social Europeo y el Ayuntamiento», y añadir que «es patético comprobar la falta de ideas, iniciativas y proyectos de aquellos que nos llevaron a las máximas cotas de corrupción, despilfarro y desempleo».
