La operación internacional para frenar los ataques de Gadafi contra su pueblo ya está en marcha y la aportación española fue definida en la tarde de ayer por el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras participar en París en la cumbre para el apoyo al pueblo libio convocada por el presidente Nicolas Sarkozy. Zapatero explicó que España contribuirá a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia con un avión cisterna y cuatro aviones de combate F-18, y al embargo de armas con una fragata, un submarino y un avión de vigilancia marítima.
Para este despliegue, según indicaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Defensa, la dotación habitual suma unos 500 efectivos. Las fuentes consultadas informaron de que, en concreto, la fragata que viajará al teatro de operaciones será la F-100 Álvaro de Bazán. Sólo este buque conlleva una dotación de al menos 200 militares.
El primero de los cinco aviones salió poco después de las 18.10 horas desde la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid) con destino a Italia para incorporarse en la operación internacional. En concreto, fue el avión cisterna Boeing 707, en el que además de su tripulación, viajaron los técnicos de mantenimiento de los aviones de combate F-18 que también participarán en esta misión. Durante su comparecencia en París, el presidente del Gobierno, tras explicar la salida hasta Italia, precisó que "hoy no actuarán" [por ayer], pero "previsiblemente mañana [por hoy] pueden estar a disposición de la coalición". Al cierre de esta edición, los cazas F-18 están ya en Cerdeña.
Tras la reunión en París, la ministra de Defensa, Carme Chacón, presidió en el Estado Mayor de la Defensa una reunión para coordinar el despliegue militar que participará en la coalición internacional para proteger a la población de Libia. En la misma estuvo presente el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del Aire José Julio Rodríguez, que participó en la cumbre junto al presidente del Gobierno.
Esta nueva operación supondrá que España mantenga desplegadas tropas en cinco escenarios distintos, con cerca de 3.500 efectivos. El medio millar de soldados que se desplegarán en Libia se sumarán al máximo de 3.184 autorizado el pasado mes de diciembre por el Gobierno para las cuatro misiones en curso -en Afganistán, Libano, el Océano Índico y Uganda-, más la operación de asesoramiento que se desarrolla todavía en Bosnia i Herzegovina, tras el fin de la misión militar. Según los últimos datos globales dados a conocer por la ministra, en diciembre eran 2.880 los militares en el exterior.
La participación de España en el conflicto de Libia protagonizó numerosas intervenciones políticas a lo largo del día de ayer. El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, afirmó en Santander que "España se siente orgullosa" de intervenir en el conflicto de Libia, una misión para "frenar crímenes contra la humanidad perpetrados por Gadafi" y aseguró que los que buscan un símil con la situación que se vivió en Irak "se equivocan". Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, defendió la participación de España en la coalición internacional y aseguró que se va a defender "al pueblo libio y las libertades". "España tiene que estar ahí y está donde se le espera", agregó.
