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España, en la senda de equipo inabordable

A dos semanas del comienzo del Eurobasket asoma el equipo fantástico que será recordado por siempre en la historia del baloncesto español. Su talento provoca desconcierto porque minimiza a rivales de consideración. España conquistó el torneo Ciudad de Sevilla atizando a Lituania (100-74) con un partido deslumbrante.

el 16 sep 2009 / 07:31 h.

A dos semanas del comienzo del Eurobasket asoma el equipo fantástico que será recordado por siempre en la historia del baloncesto español. Semejante conjunción de talento provoca desconcierto porque minimiza a rivales de consideración, de los que se llega a dudar en esos términos. Con tantas posibilidades ofensivas, lo que se espera de la España de Scariolo es que tenga también capacidad para desequilibrar en defensa, y cuando ese balance llega, España es inabordable.

Ayer siguió dando potencia lumínica a su aureola de equipo invencible. Debe ser terrible estar delante de semejante batería de talentos. Es verdad que a la Lituania que la ÑBA despedazó en San Pablo como si fuera el equipo vulgar que dista mucho, muchísimo de ser, ha perdido una capacidad enorme de intimidar sin Jasikevicius, Siskauskas y Macijauskas. Ha dejado de tener la bomba nuclear para pasar a luchar con tanques y marines en cuerpo a cuerpo, una circunstancia demasiado precaria cuando aparece la séptima flota roja.

Bajo la obviedad del inmenso talento ofensivo, Scariolo centra su esfuerzo en alentar el esfuerzo en los circuitos defensivos. España salió dispuesta a contarle a Lituania que la situación no ha cambiado desde la semifinal de Pekín, y si acaso, ha empeorado para los bálticos en la comparación. La puesta en escena fue la de un rodillo que aplana el asfalto en agosto. La defensa ahogó a los de Batautas y tras el aplastamiento, alfombra roja delante. Jorge Garbajosa, al que un parte médico hecho público tras su lesión ante Eslovenia en el tobillo retiraba del juego durante una semana, apareció sin embargo más activo y rodado si cabe, acompañado por un Ricky Rubio con la magia que sólo él es capaz de provocar en una pista.

El 10-0 de inicio, a todo trapo en todos los aspectos del juego, arrió la bandera de la esperada igualdad, aunque Lituania, apoyada en sus rocosos interiores Ksistof Lavrinovic y Marijonas Petravicius, logró tomar aliento (19-14). Fue sin embargo un leve paréntesis, porque San Pablo asistió a nueve minutos mágicos de Juan Carlos Navarro. Un regalo. Su nombre debía saltar en cualquier buscador de internet cuando alguien quisiera encontrar el significado exacto de la palabra crack. Nadie como él contiene el concepto. El baloncesto parece tan fácil cuando él juega así, esos tres triples burlando con fintas y amagos previos a los desconcertados rivales parecen tan asequibles para los mortales... 13 puntos del azulgrana sin error en el tiro rompieron el amistoso (42-27) y llevaron a la grada a entregarse en un solo grito para loar al capitán de la selección española, que saludó agradecido con la normalidad del que acostumbra a la excelencia.

Con los dos magos, la consistencia de Garbajosa y Marc Gasol y el notable tono general de la campeona del mundo, el partido tomó marchamo de paliza que podría dejar alguna secuela en los lituanos, que ya saben el nivel de exigencia que va a imponer España a partir del próximo día 7 en Polonia. Y allí se sumará a todo esto un tal Pau Gasol. Casi treinta minutos tardó en anotar su primera canasta Limas Kleiza, el fichaje del verano en Europa, que se viene de Denver a Atenas para cobrarle al Olympiacos 3 millones de euros. Si éste vale eso, cuánto cuestan o deberían cobrar los Navarro, que ha estado a punto de ser su capitán en el Barça, y compañía. Hay cosas que no se entienden.

Así, al descanso, ni apareciendo el mejor Arvydas Sabonis conseguiría Lituania arrebatar de las manos a la Roja el trofeo Ciudad de Sevilla. No apareció ni siquiera en el palco, como alguien filtró en las vísperas. Las diferencias se fueron ampliando más y más hasta un sonrojante 85-55 al final del tercer cuarto. España arrasaba como si delante estuviese una granbretaña de la vida, y no, estaban varios, muchos de los mejores jugadores de Europa.

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