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España quiere liderar el cambio en el Magreb

el 02 mar 2011 / 19:20 h.

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El presidente del Gobierno y el primer ministro de Túnez pasan revista a la tropa.

España estará "al frente" de las aspiraciones democráticas de los pueblos del Magreb y el resto del mundo árabe para que la "libertad y la democracia" sean el "único lenguaje" que conozcan sus ciudadanos, ha garantizado este miércoles en Túnez el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

En una declaración conjunta con el nuevo primer ministro tunecino, Beji Said Sebsi, Zapatero ha destacado que Africa, pero también el resto del mundo, está viviendo un "momento histórico" para "la extensión de las democracias" y la "dignidad de los pueblos" y se ha mostrado confiado en que la "corriente" iniciada en Túnez se extienda a otros países.

"Y en ese momento histórico, esta vez a diferencia de otros momentos en los que lamentablemente no pudimos estar por nuestras propias circunstancias internas, España estará, está al frente para consolidar las aspiraciones democráticas de los pueblos del norte de Africa, del Magreb, del mundo árabe", ha aseverado.

En una rueda de prensa posterior en la residencia de la Embajada española, a Zapatero se le preguntó si cree que esa 'corriente' puede prender en Marruecos y Argelia, los dos socios principales de España en el Magreb.

Zapatero ha respondido que es un "hecho" que ha prendido en otros países, pero sólo ha citado expresamente a Egipto, donde se ha "consolidado" el cambio, y a Libia, donde esa corriente "ha avanzado en gran medida".

En su opinión, el papel que España y la UE deben desempeñar es "apoyar y estimular" esos cambios hacia la democracia y la libertad "allí donde la sociedad los promueva", pero ha advertido de que "nadie debe hablar en nombre de otros países y sociedades" para evitar interpretaciones de que actuamos con "voluntad de injerencia", lo que en su opinión sería "contraproducente".

Y en aquellos países donde las sociedades promuevan cambios España quiere estar allí respaldando las reformas "desde el primer momento" y estar entre el grupo de países que "apoye con más determinación lo que está pasando en el mundo árabe".

España está dispuesta a ofrecer a Túnez expertos para la preparación de las elecciones y la redacción de una nueva Constitución, a través de los programas de cooperación destinados al fortalecimiento de las instituciones.

CONSEJOS

En la primera visita de un jefe de Gobierno a Túnez desde la caída del presidente Zine el Abidine Ben Ali el pasado 14 de enero, el primer ministro le ha informado de su intención de presentar mañana una 'hoja de ruta' de la transición, con la vista puesta en la celebración de elecciones constituyentes el próximo 24 de julio.

También le ha indicado que la policía y las Fuerzas Armadas le han declarado lealtad y que la Unión General Tunecina de Trabajadores (UGTT), en contra del anterior Gobierno interino, ha declarado que apoya al primer ministro actual.

Zapatero le ha hecho una serie de recomendaciones tanto a él como al presidente de la República, Fuad Mebaza, y al nuevo primer ministro, Beji Said Sebsi, de cara al proceso que ahora inician.

Si en la transición española la cuestión territorial fue "clave", en Túnez el elemento fundamental, en opinión de Zapatero, será la relación entre la religión y el Estado. Tras aclarar que serán los tunecinos quienes redacten su nueva Constitución, Zapatero ha defendido ante sus interlocutores el Estado "aconfesional" porque "la religión es la religión y debe estar en el ámbito de lo privado".

España destaca la importancia de que la transición tunecina tenga éxito en el sentido en que servirá sin duda de modelo para los procesos hacia la democracia que inicien otros países árabes y subraya la tendencia moderada que el recién legalizado partido islamista En Nahda (Renacimiento) está mostrando al aceptar esa separación entre Estado y religión, aunque en la Carta Magna se indique, como ocurre en la actualidad, que la religión de Túnez es el Islam, pero donde se define la República como un Estado libre e independiente, indican fuentes diplomáticas.

Zapatero ha recomendado también a Túnez que diseñe una ley electoral "con el máximo consenso" porque será una "garantía primaria" de un buen resultado en la transición democrática.

Asimismo, ha sugerido a los actores de este proceso que actúen con "tolerancia" y haciendo una "radical defensa del pluralismo", porque "nadie debe quedar excluido" de poder formar un partido. Luego serán las urnas, los ciudadanos, quienes den mayor o menor representatividad a esas formaciones, aunque ha apostado por la existencia de "partidos políticos fuertes", porque esto da "solidez" a la democracia.

Por último, les ha aconsejado que trabajen por lograr un acuerdo económico y social entre empresarios, sindicatos y el Gobierno de Túnez para generar "más confianza".

Zapatero ha indicado que trasladará también estos mismos mensajes a los representantes de la oposición y de la sociedad civil con los que se va a entrevistar y ha destacado el papel de los "intelectuales" en esta revolución, lo que sin duda ha contribuido a este "cambio pacífico".

Se ha mostrado confiado de que Túnez entienda el papel que España quiere desempeñar en este proceso. "Lo que espera un pueblo de pueblos amigos es comprensión y ayuda. No vamos a dar una lección, pero vamos a dar todo aquello que nos pida", ha asegurado.

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