El cargo de secretario de Estado para la Unión Europea (UE) le viene como anillo al dedo a Diego López Garrido por ser un convencido europeísta. Y así lo demostró ayer en la Universidad Pablo de Olavide en un salón lleno de estudiantes, donde defendió con vehemencia la importancia de la unión de los 27 países miembros.
López Garrido aseguró que España, que ya tiene una posición muy fuerte dentro de Europa, "tendrá mucho que hacer durante su presidencia de la UE en 2010". Y uno de los grandes retos, según dijo, será acercar Europa a la gente y hacerla más social. En este sentido, recordó que cuando España llegue a la presidencia "tendrá su gran oportunidad", porque presidirá el organismo con un nuevo Parlamento, una nueva Comisión y programas que acaban poco antes o durante su presidencia.
A pesar de enumerar las bondades de pertenecer a la UE, López Garrido admitió que la Unión tiene tres problemas que deberá afrontar: el institucional, es decir, sacar adelante el Tratado de Lisboa. "Necesitamos que se apruebe para tener voz en el exterior y para garantizar los derechos de los ciudadanos", recalcó; el geopolítico, ya que Europa tiene cierto desorden y debe ordenar su relación con los países emergentes como Brasil, India, China y México, así como con Estados Unidos, para relanzar la alianza trasatlántica en condiciones de igualdad. Remarcó también que Europa debe estar muy unida para tener una voz común en política exterior y de seguridad.
El tercer problema de la UE al que hizo referencia este representante del Gobierno es el económico. Dijo que los 27 países tienen que responder al unísono: "Debemos trabajar unidos para enfrentarnos a esta crisis financiera que viene de Estados Unidos, pero que ha llegado muy rápido a Europa", insistió.
