El consejero de Cultura, Luciano Alonso, tiene una "hoja de ruta" diseñada para tratar de conseguir que La Caixa mantenga su proyecto de abrir un centro expositivo en las Atarazanas, si bien no quiere adelantar nada aún ya que, según sus propias palabras, "estamos en la primera fase, en la del diálogo, en la del encuentro y la reflexión para buscar una solución".
El consejero, que ayer concedió una entrevista a este periódico, aseguró que no se plantea ahora mismo "otra cosa que no sea que La Caixa se dé cuenta del impacto de su decisión en Sevilla y Andalucía", ya que la renuncia al proyecto "abre muchas sobre el compromiso del banco con esta tierra".
Preguntado sobre si la Junta va a demandar a La Caixa si no hay acuerdo, Alonso se negó a hablar "de las siguientes fases" y dijo estar convencido de que hay posibilidad de que dé marcha atrás. No obstante, cuestionado sobre si tiene un plan B, el consejero aseguró que su departamento tiene una "hoja de ruta que iremos viendo progresivamente". "Ahora no quiero hablar de esas cosas", dijo en referencia a posibles demandas. "La Caixa está estudiando la extraordinaria reacción popular y la contestación seria que ha habido en el tema", añadió.
Cultura no ha mostrado el contrato que firmó en 2008 con La Caixa pese a ser público y haber sido solicitado por medios de comunicación y otras entidades. El consejero explica que no se niega a sacarlo a la luz, pero "en su momento". Preguntado sobre si hay algo que ocultar en el convenio, lo negó y alegó a que se está actuando según dictan los servicios jurídicos. Además, insistió en que ahora "estamos en la fase de dialogar".
Preguntado sobre si cree que esta decisión puede traer alguna repercusión para la entidad financiera, ante una eventual reacción negativa por parte de su clientela sevillana, el responsable de Cultura explicó que "ha habido un depósito de confianza de muchos trabajadores, ahorradores y empresas sevillanas en La Caixa y creo que debe reflexionar. Los depósitos de confianza se hacen con reciprocidad. Si no hay reciprocidad, no hay depósitos de confianza". Por último, dijo que no se abrirá las Atarazanas, puesto que la cesión del uso pertenece a La Caixa, ni estudia ningún proyecto alternativo para el astillero, ya que está convencido de que habrá Caixafórum.
Por su parte, la entidad catalana no quiso tampoco ayer hacer valoraciones sobre la carta del consejero, si bien fuentes consultadas por este periódico indicaron que ha sorprendido en el seno del banco la dureza de la misiva.
