Las FARC han cumplido su promesa y Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo ya son libres. Después de años de secuestro, verán de nuevo a sus familiares. "Estamos volviendo a nacer", dijo Rojas en el momento de la entrega. Ahora quedan 700 cautivos más.
La guerrilla de las FARC liberó ayer en un caserío indígena del departamento colombiano del Guaviare a Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, secuestradas desde hace cinco y seis años respectivamente. El presidente venezolano, Hugo Chávez, mediador en la misión humanitaria, fue el primero en confirmar, desde Caracas, la puesta en libertad de las dos cautivas que la guerrilla habían prometido entregarle a él o a un emisario suyo desde finales del pasado año 2007.
Las rehenes liberadas agradecieron fervientemente a Chávez sus labores de mediación. "Ay presidente, mil gracias por toda su gestión humanitaria. No puede bajar la guardia, los que quedan mandan a decir ese mensaje", dijo González de Perdomo a través de un teléfono de satélite al momento de la entrega. "Nos está ayudando a volver a vivir". "Su actitud compromete inmensamente la actitud demócrata que tiene que tener un gobernante", añadió.
Por su parte, Clara Rojas apenas tenía voz para decirle a Chávez: "Estamos volviendo a nacer". Las dos mujeres fueron recogidas por una misión humanitaria integrada por delegados del Gobierno de Venezuela y del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que viajaron en dos helicópteros.
Chávez dijo que por medio de "un mensaje directo desde el punto" de la selva en que fueron entregadas las cautivas, el ministro venezolano del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, le relató "audiblemente emocionado" que estaba recibiendo en ese momento a Rojas y González de Perdomo. "Saludé al jefe de la patrulla de las FARC, a Clara y a Consuelo, emocionadas. Me dice el ministro Rodríguez que están en buenas condiciones" de salud. El Ejercito se mantuvo a dos kilómetros del sitio donde fueron entregadas y se cumplió todo "al pie de la letra", agregó.
Las dos mujeres liberadas conformaban el grupo de 45 secuestrados, incluidos tres estadounidenses, políticos, policías y militares, que las FARC pretenden intercambiar por medio millar de rebeldes presos. Clara González de Rojas, madre de la recién liberada, la vio "animada" y "muy bien", en una transmisión por televisión del momento de la entrega de su hija en la selva.
"Espero que sigan las cosas así de bien. Parece que las cosas están saliendo como Dios lo ha dispuesto", dijo desde Caracas a radio Caracol de Bogotá en el momento de ver las imágenes del canal multiestatal Telesur.
una larga lucha. La liberación se logró finalmente después de que el presidente de Venezuela anunciara el miércoles que por fin las FARC habían entregado las coordenadas del lugar de la entrega. Por segunda vez en menos de dos semanas Chávez dispuso el envío de dos helicópteros que esta vez partieron hacia las llanuras y selvas del Guaviare.
El presidente venezolano mediaba desde agosto del año pasado para la liberación de los rehenes a petición del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, labor que canceló en noviembre por considerar que estaban favoreciendo a las FARC. Pese a que Chávez declaró congeladas las relaciones entre las dos naciones limítrofes, el gobernante insistió en su propuesta y las autoridades colombianas mantuvieron las garantías para la operación.
Ayer, el Gobierno colombiano declaró que se encuentra "feliz" con la liberación de las rehenes, pero "pensando en los demás" secuestrados por esa guerrilla, unos 700, según el ministro del Interior, Carlos Holguín, que actuó como portavoz y transmitió el sentir del gabinete de Uribe.
