Chuli estuvo negado toda la noche y en la segunda parte falló una ocasión clamorosa.
Juan Carlos Garrido logró en su debut en el Villamarín lo que no consiguió Mel en más de tres años. Que la afición bética despidiera a su equipo con una fortísima bronca a la finalización del partido. Cierto que el técnico recién llegado no tiene mucha culpa, casi ninguna diría yo, pero ya sabe cómo andan los ánimos por Heliópolis, donde ayer el Betis fue absolutamente incapaz de hacerle un solo gol al Rijeka, farolillo rojo del grupo I de la Europa League que, encima, gozó de un buen puñado de ocasiones para haberse llevado el partido.
A Garrido no le hará falta un mes para empezar a sacar conclusiones. Con la primera parte de ayer le debe sobrar para darse cuenta de que el Betis necesita pólvora en la delantera como el comer. Ayer jugó en punta Chuli y volió a demostrar que aún está muy verde para el puesto. El onubense estaba llamado a ser el cuarto delantero de este equipo, y la prolongada ausencia por lesión de Rubén Castro e incluso ahora la de Braian le han permitido gozar de un buen puñado de oportunidades que rara vez ha sabido aprovechar. En el club también son conscientes de que no pueden estar a expensas solo de la dupla Rubén-Molina en punta y van a fichar. Garrido no pondrá pegas, mas bien al contrario, rezará para que Stosic acierte en la elección del delantero. En breve deberá decidir el técnico si necesita más refuerzos, que por lo visto ayer y en tantos otros partidos, parece que sí.
Ayer debutaba el técnico en el Benito Villamarín y lo primero que hizo fue escuchar una pitada cuando fue nombrado por megafonía y gritos en favor de Mel. La sombra del madrileño es alargada y los silbidos iniciales se tornaron en fuerte pitada al descanso, cuando el Betis se retiró con un triste 0-0 que pudo haber sido peor si en dos contras los inocentes delanteros croatas no desaprovechan las enormes facilidades que la zaga bética les dio.
El Betis tuvo la posesión, sí, pero apenas hizo daño en el área. El meta croata solo tuvo que intervenir en dos remates de Juanfran porque Juankar era incapaz de culminar cualquiera de sus arrancadas y Chuli mostraba excesivas carencias cada vez que le llegaba un balón.
Solo Lolo Reyes daba la talla con constantes robos en el centro del campo y Steinhofer mostraba calidad en algún centro. Pero poco más que posesión sin pegada. Y los habituales descuidos atrás que hubieran costado muy caros si en vez del Rijeka enfrente estaba otro equipo con más oficio y solvencia, cualquiera de los que militan en Primera, por ejemplo.
EL FALLO DE CHULI. En Guimaraes perdía desde bien pronto el Lyon y un gol del Betis lo ponía primero de grupo. Pero no hubo manera. Tras el descanso el partido siguió con la misma tónica: dominio infructuoso e impotencia bética y buenas ocasiones para los croatas por reiterados despistes defensivos de los verdiblancos, excesivamente frágiles atrás cada vez que llegaba un balón. El punto álgido de la noche llegó en el 65, cuando Chuli recibió un inesperado regalo de la zaga croata y se plantó ante el portero pero remató estrepitosamente mal, casi al córner, con toda la puerta para él.
Antes se había lesionado de mucha gravedad Xavi Torres tendón de aquiles roto y había entrado Rubén Castro, que no olió ni una en ataque, lo que es ciertamente muy preocupante. Tras el clamoroso fallo, Garrido quitó a Chuli y Salva para dar entrada a Verdú y Nono, pero no hubo nada que hacer. El Rijeka se defendía plácidamente y seguía gozando de ocasiones. Una desde más de 30 metros de Benko casi dobla las manos de Sara, que en el primer remate que le llegó a portería volvió a dar muestras de su nerviosismo e inseguridad. Todo el Betis es hoy por hoy un manojo de nervios. Y la afición empieza a estar cansada. Pintan bastos para el colista. La tarea para Garrido se presenta ciclópea o herculina.
0 - Betis: Sara; Steinhöfer, Amaya, Jordi Figueras, Nacho; Juanfran, Salva Sevilla (Verdú, m.66), Xavi Torres (Ruben Castro, m.56), Lorenzo Reyes, Juan Carlos y Chuli (Nono, m.66).
0 - Rijeka: Varagic; Mujanovic, Knezevic, Datkovic, Bertosa; Brezovec (Tomecak, m.62), Males, Mocinic, Jugovic (Zoran Kvrzic, m.31); Krstanovic (Kramaric, m.69) y Benko.
Árbitro: Danny Desmond Makkelie (Holanda). Mostró tarjeta amarilla a Kvrzic (m.44), Males (m.59).
Incidencias: Partido disputado en el Benito Villamarín, correspondiente a la última jornada del Grupo I de la Liga Europa, ante 14.556 espectadores, de ellos algo más de un par de centenares de seguidores croatas.
Gritos de aficionados en favor del técnico Pepe Mel -destituido hace pocas fechas-. Pitada al equipo al descanso. Vedran Jugovic fue retirado en camilla (m.31) tras recibir un fuerte golpe. A los 55 fue retirado también en camilla Xavi Torres.
