Europa insufló ayer aire fresco a la izquierda abertzale. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) ha condenado a España por vulnerar el derecho a la libertad de expresión del que fuera portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, cuando fue condenado a un año de prisión por un delito de injurias al Rey por llamarlo "responsable de los torturadores". "No se trata de un discurso de odio", subraya.
En concreto, la sentencia hecha pública ayer por el TEDH, critica la "sobreprotección" de la legislación española respecto a la figura del Rey y condena a España a pagar a Otegi -a quien se impuso una pena "particularmente severa" y "desproporcionada", dice- 20.000 euros por daños morales y 3000 euros más por las costas del procedimiento.
La sala de la Sección Tercera del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, presidida por el magistrado español Josep Casadevall, critica en su sentencia que el Rey cuente en la legislación española con un nivel de protección más alto que el de otras persona. "El hecho de que el Rey ocupe una posición de neutralidad en el debate político, una posición de árbitro y de símbolo de la unidad del Estado, no puede ponerle al abrigo de todas las críticas en el ejercicio de sus funciones oficiales", dice la resolución.
Otegi fue condenado por los tribunales Supremo (TS) y Constitucional (TC) después de referirse a una visita efectuada por don Juan Carlos a Vizcaya en 2003, días después del arresto de diez trabajadores del diario Egunkaria. El líder de Batasuna ocupaba entonces el cargo de portavoz del grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak. Cumplió la condena impuesta entre el 8 de junio de 2007 y el 30 de agosto de 2008 y reclamó al TEDH una indemnización de 78.586 euros por "la pérdida de emolumentos como parlamentario vasco a causa del encarcelamiento".
El dirigente abertzale se refirió a las torturas que los arrestados de Egunkaria habían denunciado y aseguró: "¿Cómo es posible que se fotografíen hoy en Bilbao con el rey de España cuando es el jefe supremo del Ejército español, es decir, el responsable de los torturadores y el que protege la tortura e impone su régimen a nuestro pueblo por me-dio de la tortura y la violencia?".
Según el TC, estas afirmaciones superaban de manera "patente" por su notorio "carácter infame" el nivel de lo lícito. Estrasburgo entiende sin embargo que se ha vulnerado el derecho de Otegi a expresarse libremente.
En opinión de Estrasburgo, el derecho a la libertad de expresión es "precioso" para todos pero más aún -dice- para "un cargo elegido por el pueblo", como lo era entonces Otegi. La Sección Tercera agrega que "a cualquier persona que participa en un debate público de interés general" debería permitírsele "una cierta dosis de exageración". La sentencia concluye que, a pesar de que dichas palabras "pintan un cuadro negativo sobre el Rey" no animan al uso de la violencia.
obediencia forzosa. El fallo tuvo una rápida respuesta en España. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, destacó que el Gobierno "acata" y "cumplirá" la sentencia aunque precisó que el Ejecutivo "examinará su doctrina" porque "en principio" veía "muy equilibrados" los planteamientos dictados por el TS y el TC al condenarle a un año de prisión por un delito de injurias al Rey. También el PP aseguró no tener "más remedio" que acatar la resolución aunque no la comparte e incluso el coordinador de Libertades Públicas y de Justicia popular, Federico Trillo, recordó al tribunal de Estrasburgo que Otegi es promotor de las organizaciones que en su día consideró ilegales.
Mientras tanto, la izquierda abertzale consideró en un comunicado de prensa que esta decisión "se debe tomar en cuenta" porque "ratifica que España no está cumpliendo los estándares democráticos europeos e internacionales".
