Cofradías

Estrellas de voces blancas en la calle San Jacinto

Una veintena de niños forman la Escolanía Cristo de las Penas que se estrena mañana en el traslado de las imágenes a Santa Ana.

el 07 mar 2014 / 09:31 h.

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  El callejón que se llena de nazarenos el Domingo de Ramos y que los lunes del año lo hace de colas de necesidad y caridad, es el que anoche tomó una constelación de pequeñas estrellas con sus inconfundibles voces blancas. Los de la primera fila apenas asomaban el flequillo por encima de la carpeta roja, otros miraban de reojo al público espontáneo, y los más espigados aprovechaban cualquier descanso para comentar la jugada. Eso sí, todos dejaron claro que se conocían «de sobra» los motetes que interpretarán mañana en su puesta de largo durante el traslado de las imágenes de la Estrella hasta la parroquia de Santa Ana para los cultos anuales. FRANCISCO-PEREJON-ESTRELLALa Escolanía Cristo de las Penas –que así se llama esta jovencísima formación coral– está compuesta por niños y niñas de entre seis y doce años, todos hermanos de la Estrella y, en su mayoría, vecinos del viejo arrabal. Son 25 voces, aunque una de ellas, la de Gonzalo, no podrá estrenarse finalmente tras una lesión deportiva. «Tiene un pie escayolado tras un caída jugando al fútbol en el colegio», comentaba su madre antes de empezar este último ensayo, el segundo en la calle para perfeccionar «eso de cantar y caminar de manera solemne y sin perder una nota». El callejón que se abre en un lateral de la capilla de la Estrella sirvió de escenario. Allí, un paciente Francisco Perejón, trataba de poner orden a estos diminutos cantores, que se agrupaban en tres filas escalonadas por altura, los más altos al fondo y los más pequeños en primer lugar. Entre estos últimos, estaba un rubio Alejandro, que con seis años, había interiorizado su papel y en voz baja susurraba continuamente:«Yo me lo sé de memoria». Tras unos ejercicios básicos de calentamiento, llegó la hora de mostrar todo lo aprendido en este mes, «muy poco tiempo» como reconocía el director de esta escolanía, que insistió en «la actitud de respeto» que debían de mantener todos cuando fueran amenizando las estaciones del viacrucis en la delantera de las andas del Cristo de las Penas: «Nadie mira a nadie, solo a mí para seguir las indicaciones», relataba. ESCOLANIA-CRISTO-PENAS Los pequeños de la Escolanía Cristo de las Penas en su primer ensayo. Foto: Pepo Herrera Suerte que Francisco contaba con la colaboración de María Angustias Cuevas, subdirectora musical de este proyecto; Javier Tey, responsable del Grupo Infantil de la Estrella desde donde nace esta iniciativa; y las incombustibles Susana y Olga, entre otros hermanos. Precisamente, Susana y Olga recordaron, sobre todo a los padres, la indumentaria que han de llevar los niños:«Túnicas blancas de nazareno, becas moradas con el escudo, zapatos negros... y fijador para ellos y coleta atrás con lazos morados para ellas». El camino de estos cantores empezó pasadas las navidades. Entonces los pequeños tuvieron que superar una audición individual en la que demostraron sus dotes en la canción. En ellas, el maestro Francisco, natural de Benacazón con más de 20 años de experiencia y director de la formación de la Vera-Cruz de su pueblo, detectó «buenos timbres» y se puso manos a la obra para que en primer lugar aprendieran «a utilizar de forma constante y correcta el instrumento de la voz». En estas primeras cinco semanas, los pequeños han trabajado siete cantos diferentes, algunos con la dificultad añadida de estar en latín, como el Stabat Mater Dolorosa que, junto al tema Estrella y Camino, interpretarán a la puerta de la parroquia de Santa Ana para recibir a la dolorosa. Pero a Gonzalo, de ocho años y nazareno del palio, no le asustan los idiomas:«Es divertido y como nos han explicado qué dice, vamos cogiéndole el hilo». Lo que no desvela son algunos de los trucos que han empleado hasta hacerse con los vocablos: «Lo llevan escrito como se pronuncia, por si se les va en algún momento», aseguraron en la bancada de los padres apostada a un lateral del callejón. Rosa, por su parte, apuntó a sus doce años que la clave es «tener buena aptitud», y, por supuesto, «buena voz». Requisitos que cumplen estos 25 niños de la Estrella, procedentes del Grupo Infantil de la hermandad que se ha reactivado hace dos años con el belén viviente y que el sábado pasado organizó el I Pregón Infantil con fines benéficos:«Queremos ayudar a quienes lo están pasando mal por la crisis», apuntó Manuel, otro de los pequeños a los que seguirá enseñando el director de la escolanía tras Semana Santa:«Es cuando empezaremos con el trabajo vocal individual, ya que hasta ahora se ha tocado lo básico». Aun así, suenan «como los ángeles», valoró una vecina del callejón de Nuestro Padre Jesús de las Penas que no dudó en bajar al portal para felicitar al coro con achuchones. El debut será mañana, sobre las 20.20 horas, saliendo de la capilla. Entonces estas nuevas estrellas que crecen en la calle San Jacinto verán cumplido «el sueño» de cantar a su Cristo y a su Virgen, para los que cada sábado ya limpian plata o juntos a los que cosechan «positivos» en las misas mensuales preparadas para estos cofrades bajitos.

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