Las Fuerzas de Seguridad han tenido acceso a las conclusiones del proceso de asambleas que ETA celebró este verano y de éstas se desprende que la banda terrorista reconoce graves dificultades para llevar a cabo sus objetivos debido a la presión policial, por lo que ve necesaria una reestructuración.
Textualmente, ETA habla de situación "insoportable". Según la información recogida por la Cadena SER, la banda terrorista asume que su estructura organizativa se está viendo afectada por una fuerte presión policial, lo que hace que tenga serias dificultades para desarrollar una línea armada eficaz. La línea oficial sigue apostando por la lucha armada y los objetivos siguen siendo los pilares del Estado.
El proceso de reestructuración se basa en dotar a las estructuras legales (las no fichadas por la Policía) de mayor autonomía y flexibilidad, teniendo en cuenta la fortaleza con que ETA cuente en cada momento. En este proceso se están debatiendo también cambios en los niveles directivos que son novedosos con respecto a la reorganización que ETA llevó a cabo en 2002.
El objetivo de ETA con esta nueva reestructuración es alcanzar nuevamente una capacidad militar suficiente para poder condicionar la situación política, actuando con persistencia, diversificando los procedimientos de lucha armada y graduándolos en función de los tipos de objetivos. Ante la presión policial la banda armada quiere mejorar su seguridad a través de una compartimentación rigurosa entre departamentos, funciones y objetivos. Según el reglamento pactado este verano, a partir de ahora cualquier dirigente podrá ser destituido de su cargo. Además, las resoluciones finales adoptadas en cada asamblea no se publicarán en los informes finales que se aprueben.
Último golpe. Ayer se conoció que la Audiencia Nacional condenó a penas que suman casi 1.500 años a los miembros de la organización terrorista ETA Manex Zubiaga Bravo, alias Jose; y Lexuri Gallastegui Sodupe, Nuria; por el atentado que cometieron el 6 de noviembre de 2001 en la calle Corazón de María de Madrid, en el que resultaron heridas un total de 94 personas.
