Miembros de la Policía portuguesa inspeccionan la vivienda que ETA tenía en la localidad de Santa Maria de Obidos.
Las fuerzas de seguridad portuguesas en colaboración con la Guardia Civil lograron ayer desmantelar por primera vez una base logística de ETA en Portugal con el hallazgo de una casa en la que los terroristas almacenaban numeroso material listo para atentar y casi 500 kilos de explosivos (para volar la T-4 necesitaron 200 kilos). Con este operativo se confirma la implantación de la banda en el país luso, un objetivo que ETA perseguía desde hace años, y se cree que pude haber otro piso en el norte del país cerca de la frontera con Galicia.El desmantelamiento de esta base supone el mayor golpe al almacén de ETA desde el verano, cuando se desarticularon 14 zulos entre Francia y España y se incautaron hasta 500 kilos de explosivos y munición para preparar bombas. El hallazgo se produjo después de que los vecinos de la región turística de Obidos, situada al norte de Lisboa, avisasen a las autoridades de que los inquilinos de una casa rural de esa localidad habían abandonado el domicilio hacía unos días dejando puertas y ventanas abiertas y las luces encendidas. A su llegada, la Policía encontró un arsenal con distintas cantidades de explosivos como nitrometano, además de detonadores o bombas-lapa listos para explosionar, y mapas de Madrid entre otros materiales. No obstante, cinco días antes, las fuerzas de seguridad portuguesas ya trabajaban en colaboración con agentes de la Guardia Civil, desplazados a Portugal a raíz de la interceptación de una furgoneta que portaba numeroso material sospechoso. Fue en un control rutinario en el marco de un dispositivo de control de contrabando establecido por la Guardia Nacional Republicana (GNR) cuando una furgoneta Citroën Berlingo evadió el operativo dándose a la fuga. El vehículo fue hallado abandonado después que huyeran sus dos ocupantes. Tras los primeros análisis la GNR descubrió que ese vehículo fue robado en Castelo Branco, cerca de Extremadura. Además en la furgoneta se encontraron placas de otros vehículos, picos, palas, guantes de trabajo –material que podría ser empleado para la fabricación de zulos– y dos detonadores. En un primer momento la Policía portuguesa relacionó estos efectos con el trabajo en canteras, sin embargo la aparición de la casa y la colaboración de la Guardia Civil terminó por certificar la conexión entre ambos hallazgos y ETA.
Los vecinos de Obidos colaboraron con la Guardia Civil a la hora de reconocer a los que hasta hace unos días habían sido sus vecinos a partir de las fotografías mostradas. Además los vecinos aportaron el dato definitivo al indicar a los agentes que los dos huidos utilizaban una Citroën Berlingo. Las fuerzas de seguridad buscan ahora a Oier Gómez y Mielgo y Andoni Zengotitabengoa Fernández, ambos huidos de la Justicia desde hace años tras haber sido condenados por acciones terroristas. Se cree que habían alquilado la casa rural (un apartamento de un solo piso con varias habitaciones), a un angoleño con residencia en Londres que subalquilaba por medio de una inmobiliaria por una renta de 450 euros al mes. Según fuentes de la investigación, uno de los dos presuntos terroristas habría utilizado para ello documentación falsa ya que residía en Madrid.
Este nuevo golpe a la banda terrorista se produce tan sólo unas semanas después de que otros dos terroristas fueran detenidos en Portugal, cerca de la frontera con Zamora, cuando la Guardia Civil dio el alto a una furgoneta en Bermillo de Sayago que transportaba material explosivo. En aquella ocasión fueron detenidos Garikoitz García Arrieta e Iratxe Ortiz de Barrón. Todas las sospechas policiales apuntaban que actuaban de correo. Ya en aquella ocasión aparecieron los apellidos de Zengotitabengoa Fernández por su relación con el interés de la banda en el país luso. Yáñez portaba un pasaporte con la identidad del hermano de uno de los huidos, Luis Zengotitabengoa a quien se le atribuía la función de haber alquilado la furgoneta.
