La Comisión Europea propuso el jueves reducir el 5% la plantilla de 55.000 personas que trabajan en las diferentes instituciones europeas: 2.750 puestos menos. Además pretende aumentar su jornada laboral de las actuales 37,5 horas semanales hasta las 40 horas y retrasar la edad de jubilación de su personal de los actuales 63 a 65 años de aquí a 2020 con el objetivo de lograr 1.000 millones de euros en ahorro de personal.
La tijera también llega a las subvenciones agrícolas, que se reducirán en 386.900 millones de euros durante el periodo 2014-2020, lo que supone el 7,4% menos que en el periodo 2007-2013, cuando le fueron asignados 417.000 millones. Las ayudas agrarias son vitales para regiones como Andalucía.
Estos recortes dictados por Bruselas para las instituciones comunitarias coinciden con una ola de protestas inédita en el continente por los recortes que los gobiernos imponen a sus ciudadanos. Así, mientras en España el movimiento de los indignados no termina de apagarse, en Gran Bretaña la ciudad de Londres vivió el jueves un día de disturbios con motivo de la huelga de funcionarios, que derivó en 30 detenciones tras una manifestación que congregó a 30.000 personas. Los funcionarios protestaban por la reforma de las pensiones, enmarcada dentro de los planes de austeridad de la coalición de conservadores y liberales.
En Grecia las calles de Atenas se recuperan de las noches de batalla campal que acompañaron la huelga general de 48 horas que acompañó la aprobación del ajuste que pedían Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para su segundo rescate. Mientras que los bancos alemanes aceptan invertir en esta segunda oportunidad para la democracia helénica 3.200 millones de euros, los griegos deberán hacer sudokus domésticos para llegar a fin de mes con recortes salariales y subidas de impuestos como la tasa solidaria del 5%.
Y aunque en Portugal no se han producido por ahora disturbios, los trabajadores se encontrarán este año con una poco agradable sorpresa navideña: el nuevo Gobierno del socialdemócrata (derecha) Pedro Passos Coelho quiere aplicar de manera "extraordinaria" un impuesto "especial" que gravará de manera universal los ingresos y cuyo coste será equivalente al 50% de la paga extra de diciembre, anunció el flamante primer ministro en su primera intervención parlamentaria, en la que además anunció privatizaciones de las compañías energéticas lusas.
Los nuevos impuestos no se quedan solo en los Estados miembros de la UE. La propia Comisión Europea, tras anunciar los recortes de personal y en el capítulo agrícola, propone crear un nuevo gravamen de solidaridad del 5,5%, aplicable a partir del 1 de enero de 2013 y hasta el 31 de diciembre de 2020 tanto a los salarios como a las pensiones. Otra eurotasa a la banca y un nuevo IVA para financiar el presupuesto de la UE del periodo 2014-2020 permitiría reducir las contribuciones directas de los Estados , que representan dos tercios de las cuentas de la UE.
