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72-75: Mumbrú y demasiadas cosas en contra del Cajasol

La lesión de Williams y un arbitraje pésimo lastran a los sevillanos, que acumulan su tercera derrota seguida ante Bilbao Basket.

el 14 dic 2013 / 22:39 h.

El pívot del Cajasol G. Hernangómez, y el alero del Bilbao Basket Alex Mumbrú (d). El pívot del Cajasol G. Hernangómez, y el alero del Bilbao Basket Alex Mumbrú (d). Demasiadas incidencias sumaron en la tarde de ayer contra el Cajasol, que  se apunta su tercera derrota seguida en un partido que valoró 23 puntos más que su rival (87-64),  que disfruta de un puñado de jugadores fantásticos, veteranos pero de alta gama, y que acabaron por decantar un duelo, a favor de corriente, condicionado por  los árbitros (especialmente Antonio Conde) y la lesión de Latavious Williams cuando la batalla permanecía extremadamente pareja. Dos equipos confiados en sus fuerzas, dos escuadras bien encauzadas, olvidada ya la desorganización de principios de temporada. La energía y vitalidad del Cajasol le permitió tomar la iniciativa invirtiendo mucho en la zona, donde Balvin, Williams y Porzingis saben vivir en los alrededores o por encima del aro. Cualquier balón que ponen en sus manos cuando se anclan es difícil que no acabe en la red. Y en Satoransky tienen un fiel colaborador, porque su fortaleza en la penetración desconfigura la defensa y abre espacios para que culminen las torres. cajasolbilbaoEstuvo bien el checo, que tenía un partido para mirarse en el espejo del maestro Raúl López. Dos estilos bien distintos, pero de valores extraordinarios. Sato aplica fuerza, velocidad y buena mano para el pase. El catalán tiene un libro de baloncesto por cerebro y una mano de seda. Sus amagos son de alta escuela, para poner en vídeo: esboza un tiro a pie parado y el defensa se come siempre el engaño, luego arma y canasta. Entre una y otra disposición, entre los jóvenes cajistas y los maestros de Bilbao, un pulso de nivel, entretenido. Bilbao iba echando de menos a Germán Gabriel, pero tenía junto a Raúl López a Mumbrú, cuyo triple de esos que caen del techo, con cierto parecido a aquellos de Raúl Pérez, dejó la contienda a la mitad pareja (38-35), después de una máxima renta local de seis puntos. El primer fogonazo de Gabriel puso a Bilbao por delante en el ecuador del tercer cuarto (45-47), momento que aprovechó también el otro jugador con necesidad de reivindicarse, Joan Sastre, para replicar desde el triple. Justo en ese momento llegó la lesión en la rodilla de Williams. El partido perdió algo de tensión por el percance, el Cajasol se distrajo, y en la incertidumbre la experiencia sale vencedora: Bilbao despegaba (49-52) con un Mumbrú inspirado que ya sumaba 17 puntos. El equipo de Aíto necesitaba centrarse en la defensa y sin embargo los árbitros les castigaban como si esa agresividad existiera.  y aplicar ahí su energía. Un error en el pase de Satoransky en un contraataque facturó además un último triple de Pilepic que daba el 53-58 para el inicio de los últimos diez minutos. Momento clave. Porzingis coloca un gorro con esos brazos sin fin y anota en la otra canasta. Kavaliauskas, la víctima de la chapa, le dice algo, y el joven letón se ríe. Entra Balvin. Vuelve Mata (55-60). Bilbao coloca a cuatro jugadores en la línea de tres. Quiere espacios y Gabriel, de fuera a dentro, acaba anotando con su clásico ganchito de izquierda (55-62). El partido se acerca más al Botxo. La diferencia a 9, Mumbrú en 19 y el Cajasol en bonus con seis minutos de juego. Es necesaria una revolución. Comienza con Sastre pero la explosión la pone Bamforth con dos triples (66-67). 3.30 por jugar. Canastón en penetración de Sastre y empate (68-68). Hervelle anota con un rebote ofensivo y llega el momento Raúl López, que suma en un uno contra uno de maestro. Después, le pudo el impulso a Beka con un intento triple precipitadísimo. Cosas de jóvenes. Gabriel, a continuación, sentencia. Cosa de maestros.  

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