Entroncando con ese subgénero dentro del cine de terror que puso de moda en los años setenta El exorcista (un filme que, hoy, casi cuarenta años después, conserva toda su fuerza y sigue siendo el mejor de cuantos se han rodado en torno al tema) y al que pertenecen cintas como Exorcismo en Conneticut, El exorcismo de Emily Rose o El último exorcismo (ver columna de la izquierda), El rito basa su tirón comercial tanto en apoyar su guión en el libro de Matt Baglio, en el que el autor detalla su participación en un curso del Vaticano donde se analizó el fenómeno de los exorcismos y donde el autor entró en contacto con el padre Gary Thomas, uno de los 14 curas certificados por la Santa Sede como exorcistas "oficiales" de la Iglesia católica; como en el hecho de que la cinta venga protagonizada por un Anthony Hopkins que, por lo que se ha podido ver en los tráilers, vuelve a un personaje con no pocas reminiscencias al Hannibal Lecter de El silencio de los corderos al que tanto le debe.
La cinta se concentra así en el estudiante de sacerdocio Michael Kovak y en un cura especializado en exorcismos llamado Lucas al que pone rostro el actor británico. Kovak es enviado al Vaticano con la intención de que refuerze su fe ante momentos de duda, asistiendo allí a unos cursos sobre el exorcismo. Al ver que las dudas de Kovak persisten, el padre Xavier, profesor de dichos cursos, le sugiere al joven que vaya a visitar al Padre Lucas, un jesuita que vive en las afueras de Roma, distanciándose así del cuerpo eclesiástico, pero al que éste recurre cuando en la zona se necesita practicar un rito contra la posesión demoníaca, un terrible hecho que Kovak comenzará a vivir de cerca, quizás demasiado cerca...
