El Ministerio de Industria informó el pasado lunes de que la nueva Tarifa de Último Recurso (TUR) será un 2% de media más cara que el recibo que se pagaba hasta ayer, traducido en dinero, unos 70 céntimos más al mes. Sin embargo, esto no es del todo así.
Es cierto que se encarece un 2% el término de potencia (que equivale a los kilovatios contratados en casa. Por ejemplo: 4,6 kW corresponden a la tarifa 2.0.2), que se pagará desde hoy a 1,675202 euros (frente a 1,642355 euros).
Asimismo, sube el 2% el término de energía (que no es sino la electricidad consumida en kilovatios/hora que marca el contador), y que se sitúa en 0,114730 euros para las facturas que no tengan discriminación horaria. Estos dos conceptos conforman el grueso de lo que se paga en la factura de la luz. No obstante, y como criticó ayer la organización de consumidores Facua, aumenta la diferencia a pagar ya que desaparecen los 12,5 kW de consumo gratuito y que se descontaban del importe, confirmaron ayer fuentes de Industria.
Según Facua, este cambio provocará que, al menos, se tripliquen los 70 céntimos anunciados. Para ello, realizó este cálculo sobre una familia con 4,4 kW de potencia contratada y un consumo mensual medio de 266 kilovatios hora (kWh). El resultado es que pagará 2,62 euros más, o 2,15 euros antes de impuestos, en el segundo semestre del año. Otra de las modificaciones introducidas es que desaparece el recargo por exceso de consumo a partir de 500 kW/hora.
