Por ello, gracias a la unión de los boletos, se comparte la participación y se "amplían las posibilidades de que te toque ya que, aunque tú hayas comprado un décimo, éste puede estar casado con uno o varios más", explica Encarni una vecina que todos los años tienta a la suerte con varios números.
Generalmente basta la palabra de los improvisados padrinos para certificar la unión pero hay algún que otro desconfiado, que ante un posible problema futuro, firma los números. Con esto se consigue una alianza más firme ante un potencial premio.
Y es que, en este año de crisis, cuando todos los españoles gastarán menos en lotería, con este método se consigue ampliar el número de posibilidades de que la diosa fortuna reparta suerte. No se sabe si Morón será la afortunada, aunque con esta práctica, lo que sí consiguen es repartir felicidad en un mayor número de hogares.