"¿Tiene el 11 del 11 del 11 para mañana?" En cinco minutos, a Manuel Lara, que regenta un quiosco de la ONCE en la Ronda de Capuchinos, pudieron realizarle ayer esta pregunta más de 10 personas. Y las que no lo hacían porque se acercaban y veían antes el cartel que anunciaba que el deseado cupón estaba agotado. Una estampa que se repetía ayer en muchos barrios de Sevilla. De Pino Montano a la Alfalfa pasando por Triana, ni un boleto del sorteo extraordinario con el que la ONCE celebra hoy sus más de 70 años de labor social. Los más rezagados se habían quedado sin boletos en la capital el día antes, aunque en otras localidades, como Carmona, aún se vendían algunos en la mañana de ayer.
Hacía no años, sino décadas, que los vendedores de la Organización Nacional de Ciegos Españoles no veían una expectación igual. El suculento premio es una de las causas, a lo que ayuda la necesidad de asirse a una ilusión en una coyuntura marcada por las malas noticias económicas permanentes. Ante el negro panorama que se nos presenta, la oportunidad de soñar con viajes interminables, el fin de la hipoteca, una gran fiesta con los amigos. "Ya he amortizado los cinco euros del cupón solo con el hecho de pensar en qué me gastaría el premio si me tocara", asegura Isabel, una de las miles de sevillanas que se han hecho en las últimas semanas con un boleto.
Y es que se trata de un sorteo extraordinario en el que se repartirán 22 millones divididos en 11 premios de 1 millón y un premio único de 11 millones. Y esto, tal y como están las cosas, da para soñar en un futuro alegre.
La fecha elegida por la ONCE no es casual. Hoy es el día 11 del mes 11 del año 2011, una cifra que no volverá a repetirse en un siglo. "El 11 del 11 del 11 es más que una fecha curiosa", señaló la organización en la publicidad del sorteo extraordinario con el que ha querido conmemorar sus más de siete décadas de trabajo.
El caso es el éxito que ha tenido el sorteo a pesar o gracias, a saber, de la crisis económica que afronta el país. Según Manuel Lara, el hecho de que se haya estado comercializando y publicitando durante unos dos meses también ha ayudado a que se vendiera más, aunque el mal momento se nota a la hora de vender el cupón diario y otros sorteos. En cualquier caso, reconoce que lleva 32 años trabajando para la ONCE y, aunque ha visto otros momentos como este, hacía más de 25 que no se encontraba una demanda así.
Lo mismo opina Victoria Gutiérrez, vendedora de la ONCE en la Avenida de Miraflores. "He vendido 500, pero porque no tenía más. Si hubiera puesto a la venta 1.000, se habrían agotado igualmente porque siguen viniendo muchos clientes a pedirme el cupón del 11". Desde que comenzara su trabajo en la organización hace siete años, esta es la vez, "sin duda", que más demanda ha tenido de un cupón. "La gente no pide otros que no sean ese". De hecho, si algo ha conseguido la ONCE con su campaña es que muchos ciudadanos que no suelen comprar el cupón hayan decidido acercarse al quiosco en esta ocasión.
A muchos les ha coincidido la compra con el décimo de Navidad, que reparte más premios en millones de euros pero que no tiene el suculento reclamo de 11 millones por cinco euros al que muchos se han aferrado para vivir durante unas semanas de ilusiones. En cualquier caso, la mayoría guarda en su cartera un número de sorteo navideño, por eso de no abandonar el típico número que se juega cada año en esas fechas.
"Lo que está en juego no es sólo un premio, sino también el bienestar de muchas personas que trabajan en la ONCE"; destaca Lara.
De hecho, en 1986, esta organización daba empleo a poco más de 16.000 personas, mientras que actualmente esa cifra supera los 130.000, de las cuales, más de 105.000 tienen algún tipo de discapacidad.
