«La transición española se completará cuando en Andalucía gobierne un partido distinto al que ha gobernado siempre». Esa frase, que verbalizó ayer el presidente gallego, indignó a la Junta, que exigió a Alberto Núñez Feijóo que rectifique su «insulto a los andaluces». Feijóo fue el primer barón del PP en arropar al futuro líder andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, que el domingo se convertirá en el presidente de la formación regional. El gallego vino a Sevilla con dos mensajes claros: recordó que el PP-A, a diferencia del PSOE, es el que tiene la «legitimidad» de las urnas y aseguró que solo la alternancia es la «garantía de la democracia». El presidente de la Xunta consideró que los populares andaluces están viviendo un «cambio histórico» con el relevo generacional del malagueño y lo comparó a la sucesión de Manuel Fraga.
Relajado, en una tierra que siente como su casa, Feijóo habló largo y tendido en un acto con Moreno Bonilla y los jóvenes de Nuevas Generaciones. Se centró en la idea de que la alternancia en Andalucía es la «única comunidad de España» donde no han gobernado otros, recordó debe producirse por «higiene democrática» y puso en valor la hazaña del PP andaluz al ganar las tres últimas elecciones en la comunidad (municipales, generales y autonómicas). La urgencia del cambio político es el argumento que le sirvió a Javier Arenas para lograr el vuelco en las urnas y ahora se va a utilizar con más fuerza. Feijóo valoró lo conseguido por el PP-A (mencionó varias veces a Arenas) en una comunidad donde el partido tiene «difícil» ganar, y dijo que los resultados demuestran que hay «vida inteligente fuera del socialismo». El presidente gallego encolerizó a la Junta y al PSOE con frases del tipo: «En Andalucía es aburridísimo ver siempre la misma película, como Lo que el viento se llevó, pero con distintos actores». La presidenta andaluza, Susana Díaz, le replicó vía Twitter: «Jamás iré a Galicia a insultar a la democracia ni a la voluntad del pueblo gallego manifestada libremente en las urnas». PSOE y PP se enzarzaron después por estas polémicas declaraciones.
Andalucía, intervenida. El presidente de Galicia comparó ambas comunidades y aseguró que Andalucía «ha sido intervenida por el Gobierno central por 4.000 millones de euros, la mitad del presupuesto gallego», mientras que su gobierno «no ha pedido ni un euro para llegar a fin de mes». Defendió la gestión del Ejecutivo de Mariano Rajoy y del PP en España y destacó que su partido está «reconstruyendo» el país. «Cada vez que ha habido una crisis los ciudadanos nos han convocado para gobernar España, por eso el PP es tan importante», señaló.
De Moreno Bonilla destacó su «humildad, esfuerzo e ilusión» y le dijo que se pueden ganar unas elecciones desde la oposición y «a pesar de la crisis». Feijóo puso en relieve el «momento histórico» que está viviendo el PP andaluz con este relevo generacional similar al proceso de sustitución de Fraga en 2006.
El futuro presidente del PP-A pidió a los jóvenes de Nuevas Generaciones organización que él presidió que lo ayuden con su «ilusión y rebeldía» a lograr la alternancia en Andalucía, un logro que considera posible porque hay un «hartazgo hacia 30 años de socialismo», apuntó. Moreno Bonilla confesó que Feijóo es el «espejo donde se mira cada día» porque su gestión «rigurosa» en Galicia es el «modelo y el referente» que quiere para Andalucía. También hizo referencia al acto que protagonizó el domingo Susana Díaz con motivo del 28-F y dejó claro que el PP-A no va a aceptar «lecciones de andalucismo de nadie porque amamos Andalucía».
