Menú
Local

Felicidades en el hospital

el 22 dic 2010 / 17:39 h.

TAGS:

Los niños de la Unidad de Oncohematología del Hospital Infantil, en el complejo sanitario Virgen del Rocío, han creado y expuesto con ayuda de sus familiares un nacimiento de plastilina de más de cien piezas, que sigue creciendo día a día y que se puede ver en horario de visitas (por la tarde). La idea tiene como abanderada a la profesora Ana Delís, uno de los cuatro docentes que se encargan, desde la escuela de este centro hospitalario, de que los chiquillos no pierdan el ritmo académico.

En realidad, esto empezó siendo un trabajo de clase sobre el fondo del mar y acabó derivando en un nacimiento. "Sí, porque un día se nos ocurrió hacer una oveja, porque nos faltaba para poner el belén de siempre, y a partir de ahí se disparó la cosa." Un dragón pululando por ahí en medio, "bichos que hicieron los más pequeñitos y que no se sabe ni lo que son"... Ahí cada cual ha modelado lo que ha querido y el resultado ha sido sorprendentemente bello, como decía anoche Delís: "Mariano hizo la Virgen y el San José y le salieron de maravilla.

La madre de Lucía trajo un camello precioso que había hecho en su casa. Una madre francesa hizo un Santiago Apóstol porque decía que sus padres se habían conocido en el Camino de Santiago y que ella quería contribuir con eso. ¡Pues venga el apóstol! El padre de Raúl hizo unas cabritas estupendas por el monte. Hubo una niña que quiso hacer la figurita de Belén Esteban en el mercado, así que otro niño dijo que Jesulín no podía faltar, y lo hizo." En resumen, un belén de lo más ecléctico y rabiosamente auténtico en su factura.Ana Delís se mostraba plenamente satisfecha y feliz. Y más que por lo vistoso del conjunto, por un proceso colectivo que ha implicado a todos en un lugar donde ese sentimiento de comunidad, la escuela del Hospital Infantil (que, por cierto, les computa a los niños como tiempo lectivo), es moneda corriente. "Yo tengo niños de entre cero y 16 o 17 años. Estos últimos no porque entren con esa edad, sino porque han ido creciendo, saliendo y entrando. A diario son 23, las 23 camas que hay, y en esa mezcla de edades se dan situaciones maravillosas", comentaba ayer.

"Los profesores intentamos que esto se adecúe a las distintas edades y hagan trabajos propios de sus cursos. Tenemos material escolar, aunque preferimos que use cada cual el suyo propio para mantener ese hilo de sus estudios y para que no experimenten una sensación de ruptura. Pero al final, los pequeños quieren hacer lo que ven hacer a los mayores, y los mayores quieren divertirse con lo que hacen los chicos, y se lía", remata la profesora, entre risas.Más de un mes de trabajo (y lo que queda, porque cada día aparecen figuritas y ocurrencias nuevas) sostienen este nacimiento colectivo en el que han participado tanto los niños ingresados como los que han pasado por la planta. No hay más que ver las fotos, con ese torero colorado (Jesulín de Ubrique), esa tortuga encaramada al portal, esas frutitas pacientemente arracimadas y esos bichos paseándose por el tablero, para que entren ganas de ir a verlo en persona y disfrutar con cada detalle. Para hacerlo, no hay más que ir al Hospital Infantil del Virgen del Rocío, aunque no se tenga allí a ningún familiar ingresado. La entrada es por Urgencias del Infantil, y una vez que se accede a la unidad basta con seguir los pasos rojos que hay pintados en el suelo. Ellos conducen directamente a la escuela, que es donde se encuentra el portal de Belén, dicho sea no sólo en sentido figurado.

  • 1