Cofradías

«Feliz, feliz en tu día...»

Medina de Rioseco, cuna de Carlos Amigo, homenajea al cardenal arzobispo emérito de Sevilla en su 80 cumpleaños con una misa de acción de gracias y una exposición sobre figura. La iglesia terminó entonando el ‘Feliz en tu día’.

el 24 ago 2014 / 20:27 h.

600_Foto (16051877) VEA MÁS FOTOS DEL HOMENAJE Poco importó que la celebración, solemne, se desarrollara en una imponente iglesia castellana con un soberbio retablo de esos que para sí quisieran muchas catedrales. El 80 cumpleaños del cardenal Carlos Amigo en su tiera natal, Medina de Rioseco, acabó como suelen terminar todas estas celebraciones. Con toda la iglesia entonando a coro el «Feliz, feliz en tu día...», cántico arropado –por si fuera poco– por las notas deliciosamenmte arrancadas al órgano por las manos del organista titular de la Catedral de Sevilla, José Enrique Ayarra. Mucho cariño y afecto destilaron los actos de celebración del 80 cumpleaños del arzobispo emérito de Sevilla organizados este fin de semana por sus paisanos, vecinos y amigos en la misma parroquia riosecana donde recibió las aguas bautismales, la iglesia de Santa María. Para compartir esta celebración, hasta tierras vallisoletanas viajo una delegación sevillana encabezada por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, el vicario general de la Archidiócesis, Teodoro León, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Javier Landa, y el parlamentario andaluz, Jaime Raynaud, amén de un entusiasta grupo de fieles sevillanos que quiso atestiguar su cercanía con el cardenal Amigo enarbolando una pancarta. Una misa pontifical de acción de gracias, concelebrada por el arzobispo Asenjo y el vicario general de Valladolid, Luis Argüello, entre otros sacerdotes, constituyó el acto principal del cariñoso homenaje organizado por la parroquia de Santa María y Santiago y la Asociación para la Conservación y Restauración de los Templos en honor de quien está considerado uno de los vecinos más ilustres de Medina de Rioseco. 600_Foto (16051872)La vida comparada como una peregrinación fue el hilo argumental de la hermosa homilía que pronunció el cardenal Amigo, agasajado al término de la ceremonia con numerosos regalos, entre ellos, un ejemplar de la obra Alcázar de Sevilla, el libro de las horas, que en representación de la ciudad le entregó el primer teniente de alcalde sevillano, acompañada de una emotiva carta del alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido. A la conclusión de la ceremonia tomaron la palabra el alcalde de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, el teniente de alcalde de Sevilla, Javier Landa, el vicario general de Valladolid, Luis Argüello, y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, quien se mostró muy cercano al cardenal Amigo tras recordar su reciente intervención. Las últimas palabras de la ceremonia las pronunció el homenajeado, quien agradeció las numerosas muestras de cariño y arrancó una sonrisa a los fieles que abarrotaban la iglesia cuando espetó que «hay que ir pensando en celebrar los 90». En la procesión final, mientras los celebrantes abandonaban el altar, de nuevo atronaron las notas del Feliz en tu día en honor del emérito de Sevilla antes de que José Enrique Ayarra deleitara a la concurrencia con un concierto de órgano. Los organizadores del homenaje le tenían reservada una gran sorpresa al cardenal. Antes del inicio de la eucaristía, Amigo fue invitado a entrar en la antigua sacristía de la iglesia de Santa María, actual capilla de invierno, donde se encontró de bruces con una exposición sobre su figura que, bajo el nombre de El menor hijo de San Francisco. Fray Carlos Amigo, se centra en la dilatada historia de su vida. 600_Foto (16051873)El cardenal Amigo mostró gran emoción al recorrer cada una de las partes de la exposición. «La vida se hace memoria y la memoria gratitud en esta exposición, llena de recuerdos y muestras de cariño de mi pueblo, de mi gente, de mis paisanos y amigos», según estampó él mismo al final de la visita en el libro de firmas de la exposición.   Cerca de 500 fotografías plasman un recorrido por la vida de Carlos Amigo con paneles que se inician con su partida de bautismo, su infancia y educación, sus hermanos, la vocación franciscana, su ordenación episcopal, el arzobispado de Tánger, la constante presencia de Rioseco, el cariño a las Clarisas riosecanas y sevillanas, la Semana Santa riosecana, su relación con los Papas, reyes y príncipes, el arzobispado de Sevilla, santa Ángela de la Cruz o su nombramiento como cardenal. Una vida contada y resumida en un buen número de recortes de periódico que son parte de esta exposición en la que están presentes la Virgen de Castilviejo, patrona de Medina de Rioseco, y una réplica de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla, por las que fray Carlos Amigo siempre ha mostrado gran devoción. Destacan en la muestra los objetos personales del cardenal riosecano, como un Cristo crucificado realizado en marfil o un cuadro de la Virgen de Castilviejo que posee en su dormitorio. En la muestra, abierta hasta el 30 de septiembre, se exhiben además las bulas papales de sus nombramientos como arzobispo de Tánger y Sevilla y también como cardenal. Se muestran asimismo los diferentes hábitos que ha vestido a lo largo de su vida desde el de monaguillo hasta el de cardenal, el anillo de la ordenación episcopal, regalo de su padre, José Amigo, que a su vez su madre, Consuelo Vallejo, había regalado a su padre en la petición de mano. Además se muestran las innumerables distinciones que el cardenal riosecano ha recibido a lo largo de su vida como los títulos de Hijo Predilecto de Andalucía, el Adoptivo de la ciudad de Sevilla o el Predilecto de Medina de Rioseco.  

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