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Feo panorama

La situación del técnico del Sevilla ya es límite. Hay dudas.

el 06 feb 2012 / 14:04 h.

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Pues sí señor, se podía jugar peor. Viene a cuento esta primera frase porque escuché o leí tras la derrota del Betis ante el Granada que no se volvería a repetir semejante juego. El partido ante el Mallorca lo superó. El Betis vuelve a esa serie de partidos en los que pasa de un extremo a otro. De la excelencia a la inoperancia. Doctores tiene la Iglesia y técnicos los equipos que deben responder a las mil y una preguntas que se hacen los aficionados verdiblancos.

Muy mal. El partido de Mallorca rozó todos los despropósitos. Fútbol aparte, inexistente, detalles muy significativos. La acción increíble de un futbolista curtido en mil batallas, Mario, que le cuesta la expulsión cuando más lo necesitaba el equipo. La nulidad absoluta de Santa Cruz, ahora se entienden sus vaivenes por el fútbol inglés. Pero no la necesidad que tiene quien le paga de sus goles. Pongo solo dos ejemplos, pero podrían ser muchísimos más aunque la injusticia llevaría implícita a futbolistas que ponen lo que tienen y al entrenador que los alinea para salvar un difícil escollo. Las situaciones complicadas necesitan de juego y compromiso de los jugadores con experiencia que vinieron para ser el bastón de apoyo de los chavales de la cantera. Partidos como el de Mallorca no se pueden repetir.

Y peor. El panorama es más negro aún para el Sevilla. Aquel equipo que me llevaba a un mar de dudas ahora me conduce a la confusión. Ganó un equipo al borde del descenso, el Villarreal, y deja muy tocado al club y a Marcelino. Las precipitaciones del segundo tiempo colocando multitud de atacantes y desguarneciendo la defensa dieron lugar a múltiples ocasiones, más claras las del Villarreal, y un gol de Camuñas que deja un feísimo panorama para el club. No es cuestión de colocar delanteros sino de hacer jugadas de ataque. Llevar un partido a la locura, jugando a la ruleta rusa, trae muchas veces funestas consecuencias.

Marcelino: situación límite. Si miras la clasificación, es para preocuparse. Si te fijas en el rendimiento del equipo, aún mucho más. Nadie es capaz de predecir si este Sevilla será capaz de tirar hacia arriba. Las dudas que genera el Sevilla de Marcelino García Toral y también sus jugadores son evidentes y nadie sabe por dónde ni cuándo se romperá la cuerda, pero la situación del entrenador es límite.

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