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Fernando Alfaro actúa en el Central con su disco 'La vida es extraña y rara'

el 11 may 2011 / 15:39 h.

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  • Actividad: Concierto
  • Fecha/Horario: 13 de mayo / 21 h.
  • Precio: 12€
  • Lugar: Teatro Central. José de Gálvez s/n. Isla de la Cartuja.
  • Teléfono: 955 037 200
  • Venta de entradas: En taquilla del teatro 1 hora antes del espectáculo. Venta telefónica: 902 360 295 / 952 076 262.
  • Internet: www.generaltickets.com

El músico publicó el 11 de abril 'La vida es extraña y rara', un álbum de tono "más confesional" que anteriores trabajos de este albaceteño ex Surfin' Bichos y ex Chucho en el que las canciones son como la propia vida, libres e imprevisibles.

Perfil
Tras su carrera en una de las bandas emblemáticas del indie patrio, Surfin' Bichos (1989-1994) la posterior creación de Chucho (1995-2005) y su disco con Los Alienistas ('Carnevisión'; 2007) Fernando Alfaro se estrena en solitario con 'La vida es extraña y rara', un álbum en el que ha tratado de "a través de la ficción, contar la verdad".

"En los últimos años me ha pasado de todo, de ahí el título", señala el músico en una entrevista con Europa Press en la que admite que las canciones de su álbum son "en cierto modo, planos secuencia" de su vida en los últimos cuatro años.

"Aunque creo que el título puede apreciarlo todo el mundo: todos nos sorprendemos grata o desagradablemente por la vida en algún momento", arguye Alfaro, para quien la vida "es como las películas de autor: nunca sabes lo que va a pasar".

El músico ha intentado que las canciones de 'La vida es extraña y rara' fueran como la vida, imprevisibles: "Hay algunas que tienen un esquema clásico y otras con recovecos o con un estribillo que aparece cuando no te lo esperas".

"Las canciones son como accidentes que me pasan", sostiene Alfaro, que trabajó en 'La vida es extraña y rara' de forma "muy libre", sin una disciplina fija y, simplemente, dejando que las composiciones fueran saliendo por su cuenta.

"Cuando haces canciones, siempre acabas poniéndote bajo el foco y sacando cosas que a lo mejor no te gustan, siempre te expones, pero por otro lado, las canciones son versiones más perfectas de ti mismo y terminan incluso protegiéndote", explica el músico sobre la exposición que implica un álbum "más confesional".

En último caso, las canciones sirven "para conseguir o intentar conseguir explicarte cosas", además de, con la sinceridad por bandera, "para dejar huellas perdurables: grabar un disco que dentro de 20 años alguien lo oiga y siga diciéndole algo".

La música y las letras de Fernando Alfaro se construyen sobre el contrapunto, sobre un juego de contradicciones y extremos muy presente a lo largo de su discografía: las letras ahondan con ironía en temas lúgubres y oscuros, mientras que la melodía transporta a algún lugar alejado de todo lo anterior.

Ese "trabajo de orfebrería" musical, tal y como el propio músico lo define, es sello de la casa de Raúl Fernández, más conocido por su trabajo como Refree. Alfaro cree que el trabajo de producción e instrumental -Raúl ha puesto casi todos los instrumentos en las canciones de 'La vida es extraña y rara'- confirman a Refree como "un superproductor".

Entre los temas destacados, Alfaro señala 'Extintor de incendios', el hito "fundacional" de todo el álbum; 'Camisa hawaiana de fuerza', el single presentación; 'El dolor del miembro fantasma', un tema que ha "crecico" en el estudio; 'El último crooner santo, el último lobo', como ejemplo de canción que cobra vida propia; o 'Himno del caminante kamikaze', todo un "himno de marcha".

Fernando Alfaro publica 'La vida es extraña y rara' con el recién nacido Marxophone, "una entente de artistas" que, sostiene, "puede dar sorpresas" y que "es fruto de una doble necesidad": una es el mercado de la música, los artistas de Marxophone, acostumbrados a vivir del directo, se apoyan en su oficina de contratación para lanzar sus discos, "el paso contrario" a lo que las discográficas hacen ahora.

La segunda es la propiedad de las canciones. "Los que llevamos tiempo en esto hemos sufrido el hecho de que las canciones dejan de ser nuestras. Eso no va a pasar con Marxophone y eso es bueno para la música, que sea el artista el que decida este tipo de cosas, porque pondrá por delante las consideraciones artísticas antes que las pecuniarias".

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