Miembros del Club Deportivo de Ajedrez Brenes.
El Club Deportivo Ajedrez Brenes lleva 35 años marcando el pulso de este deporte, que es también una forma de vida, en la zona de Andalucía occidental. Se fundó en 1983 y sentó a Anatoly Karpov, en 1988 como recogió este periódico, en la cafetería El Carmen de la localidad para jugar una simultánea ante 25 jugadores amateur. Ayer acogió otra, a cargo del Maestro FIDE onubense Enrique Biedma Martín, para recoger alimentos que destinarán a Cáritas.
La plaza Primero de Mayo fue el centro de esta iniciativa que lleva al ajedrez hasta el mismo centro de la ciudad. El requisito fue entregar un kilo de comida para la inscripción, como explicó su joven presidente, José Antonio Fernández. Con la actividad se han recaudado 182 kilos de alimentos.
Su sede está «abierta todas las tardes», como apuntó uno de sus miembros, Guillermo Alcaraz, para que se acerque todo aquel que quiera iniciarse en el ajedrez. «Hay niños de 5 años» y se está empezando a trabajar con los colegios «porque los profesores se están interesando y están mandando a niños al club», terminó.
También tocan el tema de la violencia de género organizando encuentros con la asociación de mujeres de la localidad. Mujeres que por ahora faltan en su club, por lo que hacen un llamamiento al acercamiento a esta disciplina que tiene tantos beneficios para el cerebro.
Actualmente, el club tiene cinco jugadores en la Liga Primera Andaluza y el pasado año fue el anfitrión del Campeonato de Andalucía de Ajedrez, alojando en Brenes a 140 jugadores de toda la comunidad.
Y es que este club tiene mucho que decir con 240 socios, algunos de otras localidades y otros tantos inmigrantes, «sobre todo del Este y un sudamericano también», apostilló Andrés Durán, otro de los socios históricos, destacando el caso de «un chino que llevaba en Brenes varios años y no sabía nada de español y en el club lo ha aprendido en apenas unos meses». Toda una diversidad cultural que se vio reflejado ayer en la plaza del Ayuntamiento de Brenes porque, como ellos mismos sentencian, «el ajedrez es un deporte universal que se entiende igual en todo el mundo» y que ellos convertirán también en solidario.
Por cierto, cuando visitó Brenes, Karpov, que tres meses antes había sido derrotado por Kasparov en Sevilla, ganó 22 partidos e hizo tres tablas con un jugador de La Rinconada y dos de Alcalá de Guadaíra.
