Besos, abrazos y crisis. Esas fueron las constantes que marcaron el ambiente del XI Congreso provincial de UGT-Sevilla. Un preámbulo legal de lo que ya se sabía, que José Figueroa -candidato único- sustituye desde hoy a Juan Antonio Gilabert en la Secretaría General de Sevilla.
Estaba cantado. Figueroa ya hablaba a los periodistas como un líder antes del congreso al afirmar que mantendrá las movilizaciones contra los despidos y luchará para "atajar los problemas allí donde surjan", ya sea ante la patronal o la Administración. "Si el problema nos lo dan los empresarios, lucharemos ante la patronal. Si es de la Administración, iremos ante ella. Y si nos lo dan los dos, habrá huelga general", aseveró.
La apertura del evento reunió a personalidades del mundo de la política y el sindicalismo como el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, así como el secretario general de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, y el secretario general de CCOO en Sevilla, Alfonso Vidán. Al contrario que en el reciente congreso regional del sindicato, aquí todo fueron aguas tranquilas y el acto discurrió según lo previsto.
En su discurso, Sánchez Monteseirín tiró por su raigambre ugetista y destacó que ante la crisis actual y la lacra que supone el aumento del paro, "los socialistas no podemos pararnos a disfrutar de la grandeza de nuestras ideas, sino ponerlas en práctica".
Por su parte, Vidán recalcó que ahora la prioridad es "desbloquear la negociación colectiva y fortalecer a los sindicatos de clase". Al tiempo que anunció que el próximo 7 de octubre se reunirá con Figueroa para "unir las acciones" de UGT y CCOO en la provincia de Sevilla.
El acto de apertura acabó con las palabras de Pastrana, que advirtió de que "el sindicalismo está al filo de acabar con su paciencia y de poner fin a la fase de diálogo con la patronal", por lo que reiteró que UGT encabezará las movilizaciones del próximo 7 de octubre. "Preparaos compañeros y preparad a los trabajadores, estamos en un momento de confrontación ideológica", sentenció.
Tras los discursos, se cerraron las puertas para votar los cuatro años de trabajo que se resumen en el informe de gestión de Gilabert, el cual fue apoyado por unanimidad. Después tocaba abordar el plan de acción y seguidamente realizar la votación para elegir a la nueva ejecutiva. Una vez recogidos los 197 votos -el 97% de los delegados- sólo quedaba confirmar lo que había llevado a todos allí y estampar en la puerta del despacho de José Figueroa el cargo de secretario general de UGT en Sevilla.
