No será por imaginación. Nos acaban de presentar el ciclo Junio Flamenco organizado por el Instituto de Cultura Sevillano, y el Director de la Bienal, Domingo González, se ha impuesto como meta de ese recorrido involucrar a toda la provincia en la operación. La idea no es que sea sólo buena, sino necesaria. Si no se cuida y mima el flamenco en Sevilla, ¿Dónde si no? El mes es ideal. Ahora sólo resta sumar contenidos a lo que ha programado Sevilla capital, para regar muchas poblaciones de la provincia, señeras en cuanto al género, de diversas actividades. Morón, Utrera, Lebrija, y tantas otras, abrazarían la idea de crear un mes de junio potente, que permita vender, por ejemplo a los touroperadores, conciertos y festivales que tendrían un tirón importante. Sólo hay que hacer llegar las propuestas y empezar a funcionar. Y de esa manera, la Bienal seguiría siendo la Bienal, pero con un gran compañero de viaje en esas citas anuales, las que evitarán que se encienda la chispa del duende sólo cada dos años.
Periodista
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