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Flann O’Brien, conexión sevillana

Antonio Rivero Taravillo traduce un nuevo libro del autor de ‘La boca pobre’

el 03 feb 2013 / 19:50 h.

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Adivinanza: ¿qué tiene que ver Sevilla con Dublín, además de la extendida afición por la cerveza de sus habitantes? Habrá quien encuentre respuestas imaginativas a este enigma, pero los lectores avisados no lo dudarán: en Sevilla vive Antonio Rivero Taravillo , el traductor por excelencia de uno de los maestros de la narrativa irlandesa que en los últimos años ha sido objeto de un espectacular rescate del olvido: Flann O'Brien, del que acaba de salir a la luz la novela que dejó inconclusa a su muerte, La saga del sagú de Slattery, bajo los auspicios de Nórdica .

Para presentar a O'Brien, en realidad uno de los pseudónimos del escritor Brian O'Nolan (Strabane, 1911-Dublín, 1966), bastaría mencionar alguno de los piropos que le prodigaron compañeros de la talla de Graham Greene, Dylan Thomas, Samuel Beckett, Sergio Pitol, John Updike, Anthony Burguess o James Joyce.

Según Taravillo, que con este nuevo título suma ya su tercera obra de O'Brien traducida, el autor de La boca pobre, En-nadar-dos-pájaros y El tercer policía "es un referente ineludible para cualquier escritor irlandés, pero nunca ha sido un fenómeno de masas, tal vez porque fue extremadamente crítico y no se casaba con nadie. Lo cierto es que ahora, a 50 años de su muerte, debe más su popularidad a la serie Perdidos [donde el personaje de Desmond aparecía leyendo El tercer policía] que a la lectura fuera de círculos cultos", señala.

La saga del sagú de Slattery, obra que no llegó a terminar, se presenta como "una novela sobre las patatas, el petróleo y las relaciones entre Irlanda y Estados Unidos" que engaña por su brevedad, apenas 96 páginas. "Una de las gracias de la novela es que, al quedar interrumpida por la muerte de O'Brien, el desenlace de esta trama tan sugerente queda abierto y se presta a todo tipo de conjeturas. Hay cartas a distintos editores que insinúan por dónde tenía pensado tirar O'Brien, pero es mejor que el lector invente su propio final".

Por otra parte, Rivero Taravillo cree que "se trata de una novela ideal para ser leída y disfrutada en español", comenta. "En inglés aparece llena de palabras de origen latino, y choca. Aquí en cambio funciona de maravilla", agrega el traductor sevillano.

El editor Diego Moreno, de la editorial Nórdica, que ha editado hasta la fecha seis títulos de O'Brien -todos los citados, además de La vida dura y La gente corriente de Irlanda- , comenta que el irlandés había sido editado "de manera dispersa" en nuestro país, "aunque sin que nadie lo hubiera trabajado realmente bien", hasta que en 2006 el éxito de El tercer policía le permitió ingresar en la categoría de autor de culto.

Y concluye con una mala noticia para los incondicionales de O'Brien: "Ya no quedan títulos por rescatar del autor, salvo quizá sus artículos, pero es algo que no tiene demasiado sentido", afirma. Rivero Taravillo lo explica: "La mayoría de esas piezas periodísticas, al escaparse el componente local, pierden toda su gracia. El hecho de que otras estén basadas en juegos de palabras las hace intraducibles, de modo que estamos ante el último nuevo libro de Flann O'Brien". Ahora que parecen volver los bares irlandeses a Sevilla, tal vez sea hora de disfrutar de estas novelas con una pinta de cerveza negra a mano...

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