Cuando se van a cumplir 30 años del golpe de Estado del 23-F sale a la luz el acta oficial de aquel histórico día, que fue redactada por los cuatro secretarios del Congreso: Víctor Manuel Carrascal, Leopoldo Torres, Soledad Becerril y José Bono, en base a lo que observaron y escucharon en el cur-so de los acontecimientos y haciendo uso para su reconstrucción de "las cintas magnetofónicas facilitadas por TVE y la Cadena SER".
El documento recoge que a las 18.23 horas es cuando se escucharon "gritos, voces y disparos procedentes del exterior", creando incertidumbre en el hemiciclo, porque se desconocía lo que estaba sucediendo hasta que irrumpió por la fuerza y con una pistola en la mano el teniente coronel Antonio Tejero.
Según el acta, Tejero repitió insistentemente que todo el mundo se echase al suelo. Además refleja que el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, al levantarse de su asiento, fue zarandeado violentamente por "varios elementos armados", momento en el que se "producen diversos disparos y ráfagas de fusil ametrallador". En este instante, según el escrito, alguien llegó a gritar: "¡Quietos! ¡para, para! ¡qué vais a dar a alguien de los nuestros!".
Otro momento de tensión se produjo a las 19.35 horas, cuando el presidente en funciones, Adolfo Suárez, exigió hablar con el mando al cargo, pero los asaltantes le mandaron callar. Suárez se levantó de su asiento y es cuando le espetaron la famosa frase de ¡Se siente coño! ¡que se siente!
En el documento se relata con detalle los momentos de angustia que vivieron los diputados por la falta de información y se cuenta cómo Manuel Fraga ya la mañana del 24-F, sobre las 8.50 horas, descendió al centro del hemiciclo y dijo: "Yo ya no aguanto más... Disparen contra mí (abriéndose la chaqueta)". Poco después, según el acta, Fraga afirmó: "Prefiero morir con honra que vivir con vilipendio", a lo que varios diputados contestaron: "¡Vámonos!
En estos 35 folios también se revela que al ser alertado Tejero de que podía haber un corte en el suministro eléctrico, éste ordenó a sus hombres que "si hubiera un apagón de luz en la puerta donde estén ustedes, al recibir un roce en el cuerpo, hagan fuego". Además, según el acta, Tejero también exigió a los ujieres que llevasen al hemiciclo sillas del exterior, para que "en el supuesto de que se corte el suministro del fluido eléctrico, se prenda fuego al material acumulado".
Este documento data el desalojo del Congreso a las 12.15 horas del 24 de febrero, cuando ya se daba por hecho que el golpe de Estado había fracasado.
