Cultura

Francisco Ayala, en el día que hubiera cumplido los 104 años

Su viuda, la hispanista Carolyn Richmond, prepara para mañana martes un homenaje en la Biblioteca Nacional.

el 14 mar 2010 / 20:49 h.

Carolyn Richmond, viuda del escritor Francisco Ayala, junto a una foto del escritor.

El escritor Francisco Ayala recibirá un homenaje en la Biblioteca Nacional mañana martes, día en el que hubiera cumplido 104 años, protagonizado por la música y por su obra. No habrá discursos "ni retórica funeraria" porque, como afirma su viuda, Carolyn Richmond, "él no lo hubiera querido en absoluto".

"La música habla más que nada; es el arte puro y el que más le gustó a Francisco", asegura Richmond en una entrevista con Efe en la que habla de cómo se siente tras el fallecimiento, el pasado 3 de noviembre, de ese testigo lúcido del siglo XX que fue su marido -"nadie me ha querido en la vida; sólo Francisco"- y cuenta cómo procura cumplir los deseos que él tenía sobre su propia muerte.

"Francisco siempre decía que al morir quería desaparecer, y yo le he ayudado a hacerlo", comenta la hispanista estadounidense en su casa de Madrid, rodeada de fotografías y cuadros que mantienen vivo el recuerdo de quien fue uno de los mayores intelectuales españoles del siglo XX. Ganó el Premio Cervantes y el Príncipe de Asturias de las Letras, entre otros muchos.

Ayala tuvo una salud envidiable casi hasta el final de su vida, pero "a medida que se iba haciendo más anciano, hablaba mucho de su muerte" con su mujer. "Él quería dejarme libre porque veía que se había convertido en una especie de carga para mí. Necesitaba muchos cuidados y mucho cariño. No le gustaba que me separara de él", y ella no lo hizo. Fue una dedicación "full time", recuerda esta mujer de la que Ayala no se cansaba de decir que no podía "vivir sin ella". Lo fue "todo" para él.

El día que falleció el autor de El jardín de las delicias fueron al tanatorio a darle el pésame a Carolyn Richmond desde el Rey, los Príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno y varios ministros hasta decenas de escritores y amigos del matrimonio, pero no hubo ceremonia de ningún tipo. Ese deseo de "desaparecer" que tenía el escritor llevó a su viuda a depositar "las cenizas en una urna biodegradable y enterrarla bajo un limonero" de la Fundación Francisco Ayala, en Granada. "Polvo eres y en polvo te convertirás", cita Richmond. "No hay ni una placa que lo recuerde. Es lo más próximo a desaparecer que pude hacer".

Catedrática jubilada de la Universidad de Nueva Cork, Carolyn Richmond se ha sentido "muy arropada" en estos meses por sus amigos, pero "el dolor" lo lleva dentro. Durante 34 años mantuvo "una relación única" con Ayala y aprendió "muchísimo" de él. "Lo pasamos muy bien juntos. Éramos muy amigos y había mucha complicidad entre nosotros", asegura la hispanista, que lleva días respondiendo "uno a uno a los centenares de telegramas y de cartas de pésame" que le llegaron.

El homenaje de la Biblioteca Nacional estará presidido por la Reina. Será presentado por el poeta Luis García Montero y el cantante Miguel Ríos y, luego, el actor Juan Diego leerá cinco fragmentos breves de obras del escritor, mientras suenan diferentes piezas musicales, entre ellas "la última que Ayala escuchó antes de morir", y se proyectan fotografías del novelista.

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