El Museo Thyssen y el Ayuntamiento de Madrid han alcanzado un acuerdo sobre la remodelación del eje Prado-Recoletos que implica mantener en superficie dos carriles para automóviles y uno de autobuses junto a la acera ampliada de la pinacoteca.
Tras el anuncio de este acuerdo, el vicepresidente primero de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha advertido de que el proyecto Prado-Recoletos afecta "prácticamente" a todo el centro de Madrid, y no sólo a la Castellana o al Museo Thyssen, por lo que considera que requiere "un análisis detallado" y no una "cuestión de pactos".
El ministro de Cultura, César Antonio Molina, que ha propiciado la reunión entre ambas partes, anunció ayer un acuerdo inminente, que posteriormente ha sido confirmado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. A primera hora de la tarde, fuentes del Thyssen informaron que la reunión entre los técnicos de ambas partes se celebró hace más de una semana, el pasado 5 de diciembre, y en la misma se estudiaron dos posibles alternativas para el eje Prado-Recoletos.
suprimir tráfico. Según las mismas fuentes, la mejor opción para el Museo sería suprimir "al máximo" el tráfico rodado, dejando dos carriles de bajada, lo que consideran suficiente para atender las necesidades del Thyssen, así como del tráfico local y de las calles adyacentes.
Sin embargo, "con el ánimo de facilitar el acuerdo y una solución que permita salvaguardar las necesidades mínimas" del Museo, la Fundación propuso mantener en superficie dos carriles de bajada para automóviles y uno para autobuses, adyacente a la acera ampliada, opción que contó con el apoyo de todas las partes.
