Un juzgado madrileño decidió ayer paralizar el proceso electoral de Caja Madrid , que estaba previsto que terminara a mediados de noviembre, a la espera de resolver el recurso presentado por el Ayuntamiento de la capital sobre el reparto de consejeros en la Asamblea de la entidad.
La decisión del Juzgado de Primera Instancia número 60 de Madrid se toma una semana después de que el Consistorio pidiera paralizar ese proceso como medida cautelar hasta que se decidiera de qué forma deben repartirse los 64 consejeros generales de Caja Madrid que corresponden a la Casa Real y a los que ésta renunció, y que es motivo de enfrentamiento entre el alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, ambos del PP.
El juez entiende que existe un "peligro de mora procesal" si no se suspende el acuerdo de la Comisión de Control de Caja Madrid -la supervisora del proceso electoral y con una mayoría de miembros defensores de las actuales tesis de la Comunidad de Madrid-, ya que si se mantiene el actual calendario de elecciones éstas acabarían "en perjuicio del Ayuntamiento de Madrid" con un número de consejeros designados por él "inferior al que le correspondería".
A mediados de septiembre, el Ayuntamiento de Madrid impugnó el reparto que había propuesto de los consejeros de la Casa Real, al estimar que cuando ésta rechazó sus asientos lo hizo conforme a la ley de 2003 que establecía que se distribuyeran entre todos los sectores con representación en la entidad. Sin embargo, con la entrada en vigor a principios de 2009 de la nueva ley regional de cajas, promovida por la Comunidad, los municipios ya no se benefician de asientos cedidos por la Corona.
El trasfondo: el poder en Caja Madrid y el intento de Esperanza Aguirre de relevar a su presidente, Miguel Blesa.
