El delantero del Sevilla Kevin Gameiro también está convencido de que la remontada el jueves ante el Oporto es posible a pesar de que el equipo del país vecino trae un 1-0 a su favor. El galo ofreció durante la mañana de este martes una rueda de prensa tras el entrenamiento y aunque reconoció que el club luso «es un buen rival» quiso poner en valor el apoyo de la afición sevillista:«Nosotros jugamos en casa», sentenció el delantero.
Todavía con alguna dificultad para expresarse en un castellano fluido aunque tuvo la ayuda de un traductor Gameiro no descartó alcanzar al Athletic Club y lograr una plaza para jugar la próxima temporada la Liga de Campeones. «El Athletic está a seis puntos pero tenemos que jugar en San Mamés. Intentaremos ganar y hacer un buen partido para estar en la Champions», aseguró el galo.
El exjugador del Paris Saint-Germain, que suma ya 16 goles esta temporada, tampoco ha pasado por alto el buen momento que vive junto a su compañero Carlos Bacca. Lejos de tener celos del goleador colombiano, explicó que los dos mantienen una «buena competencia que pone al equipo arriba» aunque lamentó que las lesiones no le hayan permitido disfrutar de la continuidad que hubiera querido. Bacca también ha comentado en más de una ocasión que lejos de querer tener más protagonismo que el francés, prefiere jugar junto a él porque se compenetran bien en el terreno de juego. El buen momento que atraviesa también tiene como reto, además de lograr los objetivos del Sevilla, llamar la atención del seleccionador francés, Didier Deschamps, y entrar en la lista de convocados para el próximo Mundial de Brasil. «Ojalá vaya. Es muy importante para mí», recordó Gameiro. El delantero, que cumple su primera temporada en el club de Nervión, quiso también recordar que la plantilla del Sevilla está perfectamente capacidad para seguir peleando por la Liga de Campeones e intentar llegar lo más lejos posible en la Europa League. «Hay plantilla suficiente para las dos competiciones», reconoció el jugador. Antes de terminar, el jugador volvió a recordar la importancia que tiene la afición a la hora de dar aliento a los jugadores. El jueves, el estadio será una olla a presión y el sevillismo intentará ser un jugador. El futbolista terminó su comparecencia llamando a la afición gritando un rotundo:«¡Vamos Sevilla!».
