El follón armado por el colegiado Álvarez Izquierdo el miércoles tuvo un precedente muy similar treinta años y quince días atrás y también en un Betis-Atlético de Madrid en el Benito Villamarín, que en ese caso se celebró el 11 de septiembre de 1982 con triunfo rojiblanco por 1-3 y arbitraje del gallego Raúl García de Loza.
El árbitro lucense, que por otra parte fue especialista en provocar escándalos con sus actuaciones, se erigió en el protagonista de aquel choque en el que el Betis de Antal Dunai se adelantó en el marcador con un gol de Julio Cardeñosa ya en la segunda mitad (59’).
Los madrileños empataron sólo cinco minutos después de penalti –claro, de Carmelo a Rubio– transformado por Hugo Sánchez. Y fue el mexicano quien se encargó de nublar el criterio de García de Loza, pues fiel a su estilo estuvo todo el partido provocando y buscando las cosquilas a los defensas béticos, que acabaron cayendo en la trampa.
Es así que el colegiado expulsó a Alex y luego a Biosca, quedándose el Betis con nueve, igual que anteayer, y a merced del Atlético, que sentenció por medio de Landáburu y Quique.