Juan Carlos Garrido se ha encerrado con sus jugadores tras el 0-5 con el Madrid y ha estado reunido con ellos durante dos horas en el vestuario, cerrado a cal y canto, según han explicado desde el club a los periodistas que permanecen en el estadio Villamarín esperando acontecimientos. Rubén Castro, sustituido en el minuto 56 de partido, se duchó y se fue a su casa y no participó en la reunión con sus compañeros y el técnico, un detalle que no ha gustado nada al resto, según ha desvelado Canal Sur Radio.
El presidente, Miguel Guillén, y el vicepresidente, Pablo Gómez Falcón, bajaron del antepalco tras el partido con la intención de reunirse con los futbolistas, pero al ver cerradas las puertas del vestuario no lo han hecho y subieron a la planta noble para deliberar sobre la situación y la conveniencia de destituir o no a Garrido.
La reunión entre la plantilla y el entrenador sirvió para que todos se mirasen a la cara y se dijesen lo que tuvieran que decirse. "Lo que se ha hablado se va a quedar en el vestuario, pero se ha hablado de muchas cosas para mejorar. Ha hablado todo el mundo, todos nos hemos comprometido a sacar esto adelante", ha explicado Chica tras salir del vestuario pasadas ya las ocho de la tarde.
"Antes ya ha habido otras charlas, pero no han surtido efecto. Esta ha sido diferente y va a servir, seguro", ha apostillado el lateral. "Se va a cambiar, aunque sabemos que son palabras y lo que queremos son hechos", ha concluido.
En el consejo eran partidarios de mantener a Garrido aunque el equipo perdiera con el Real Madrid, al menos hasta el partido del viernes en Balaídos con el Celta. El 0-5 y la pésima imagen ofrecida por el equipo, sin embargo, puede hacer cambiar de ida a los miembros del consejo que preside Guillén, quien justo antes de empezar el partido contra el Madrid había declarado a Canal Plus que con Garrido se había "avanzado mucho" y que no se planteaban su destitución. Aunque Guillén también dijo: "No nos imaginamos otro escenario que ver a un buen Betis hoy. Y la imagen dada por el Betis ha sido pésima.
Tres horas después del partido, los consejeros béticos seguían reunidos en el estadio tratando sobre la continuidad de Garrido. Rafael Gordillo también está presente en la reunión.
