Málaga ha sido la primera parada oficial en la agenda del presidente. Ayer se reunió con el alcalde de la capital, Francisco de la Torre (PP), que admitió tener "más empatía" con Griñán que con Chaves. El resto de alcaldes populares de Málaga, siguiendo la directriz del partido, dieron plantón al jefe del Ejecutivo andaluz.
Griñán eligió Málaga para iniciar su ruta como nuevo presidente del Gobierno andaluz. La decisión no fue casual. El encuentro con un alcalde del PP materializa un mensaje que dejó claro en su discurso de investidura: quiere "gobernar para todos".
Su recién estrenado gabinete ya ha dado muestras de que buscará el diálogo con todas las instituciones independientemente del color político. Buena muestra de ello es, por ejemplo, la cita que mantuvieron el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, con la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez (PP).
Pero Griñán se topó con la directriz de la dirección del PP, que impidió que otros muchos alcaldes populares de la provincia asistieran a la recepción convocada por la Diputación. Los regidores del PP dieron plantón al presidente alegando que la reunión de trabajo se iba a convertir en un "mitin político".
El dirigente socialista criticó que el partido de Javier Arenas "haya dicho quién tiene que ir o no" al acto y aclaró que él venía a "escuchar" a los representantes de los malagueños. "Mal empezamos", añadió.
El esquinazo de los regidores populares se produce después de que la propia formación -a través de su Consejo de Alcaldes- pidiera una reunión urgente para tratar los temas que afectan a Málaga, en una carta que envió a Griñán para felicitarle por su nombramiento. Desde Huelva, Arenas justificó el gesto: "Se ha cambiado el guión y los alcaldes no están para asistir a mítines políticos, sino a reuniones de trabajo serias"
El acto de la Diputación se organizó para que el presidente tomara contacto con los representantes políticos y los agentes sociales y económicos de Málaga, que sí acudieron a la cita. "Hoy es el día de conocerlos y a partir de ahí tendremos que concretar encuentros periódicos y constantes en los que, además de escuchar, tendré que dar respuestas", sentenció el jefe del Ejecutivo andaluz.
Griñán usó un tono conciliador para hablar del plantón del PP: "Ellos son responsables de sus actos y mis manos están abiertas y siguen tendidas a partir de hoy", aseguró. Más contundente se mostró el secretario general del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, que arremetió contra el "sectarismo" de su homólogo popular, Elías Bendodo, por "ordenar" a sus alcaldes que no acudan al encuentro. "Su falta de independencia constata que es un títere de Javier Arenas", señaló.
Griñán estuvo arropado por sus dos consejeros malagueños, Rosa Torres (Cultura) y Luciano Alonso (Turismo). El presidente tiene intención de reforzar su presencia política en Andalucía oriental (Málaga, Almería y Granada) donde el PSOE tiene una clara debilidad electoral. Los populares gobiernan en estas tres capitales, donde los socialistas no han dado con la tecla de sus candidatos locales.
Tanto Griñán como De La Torre salieron satisfechos de su encuentro. El alcalde de Málaga explicó que la cita estuvo marcada por la "cordialidad", y reconoció que con el nuevo presidente "parece tener más empatía que con el anterior, Manuel Chaves". No obstante -matizó- "habrá que esperar a que haya resultados".
Griñán se desplazó hasta Málaga para contar su proyecto de descentralización, que no se traduce en atender a la demanda del PP de fijar en la capital malagueña varios organismos, sino en "permitir que los problemas de los ciudadanos en más de un 90% de los casos se resuelvan allí donde se producen", afirmó.
En la reunión se trataron otros temas, como el nuevo plan general, los hospitales o los Fondos Feder. Griñán anunció, en rueda de prensa, la apuesta de su Gobierno por crear un corredor ferroviario para la Costa del Sol independiente del tren de cercanías. Ayer volvió a ser preguntado por la petición del PP de convocar elecciones anticipadas. "Serán dentro de tres años", sentenció.
