El proceso asambleario de las agrupaciones socialistas de la capital tuvo ayer un final reñido con las votaciones en las últimas cuatro agrupaciones, entre ellas dos de las más numerosas, Macarena y Cerro-Amate, con resultados dispares. Carmelo Gómez reconquistó Macarena para el sector oficial con una amplia mayoría mientras que los críticos conservaron Cerro de la mano de Juanma Flores, el hombre del exsecretario general Francisco Fernández, que dimitió tras su imputación en el caso Iturri, lo que obligó a nombrar una gestora en la agrupación.
La polémica rodeó especialmente la asamblea de Cerro-Amate, donde el diputado andaluz José Caballos y varios militantes de su entorno decidieron a última hora no acudir ni votar tras intentar sin éxito que hubiera una única candidatura de integración. Sin los apoyos de este sector llamado a inclinar la balanza, se enfrentaron la lista liderada por Flores y el candidato oficialista Sergio Cebolla y el resultado fue una ajustada victoria del primero por 15 votos (54% frente a 46%). Flores, no obstante, expresó públicamente su lealtad a la líder del PSOE de Sevilla, Susana Díaz.
En Macarena, el duelo tuvo como protagonistas a dos Carmelos, el oficialista Carmelo Gómez y el candidato crítico Carmelo Diana, y la pugna se resolvió a favor del primero. que vuelve así a liderar su agrupación tras su retorno a la primera línea política como vicesecretario provincial y diputado autonómico.
También ayer se celebró la asamblea de la agrupación Sur, que al igual que Cerro se mantiene en manos de los críticos. La dirección del PSOE presentó a Miguel Bazaga como candidato frente a Luis Ángel Hierro, un verso suelto del partido conocido por aspirar a disputar la Secretaría General de la Ejecutiva Federal a Rubalcaba que se impuso por 21 votos (52%).
En San Jerónimo, el resultado estuvo más claro al haber una sola candidatura, liderada por el actual secretario general Evaristo Troya, afin a la dirección provincial, que revalidó el cargo. Con la conquista de Macarena, Susana Díaz ha hecho una demostración de fuerza en la capital, tradicionalmente enfrentada al aparato provincial del partido, toda vez que controla seis de las 11 agrupaciones, tras reconquistar Este y Macarena y conservar Centro. Pero el partido está igualada con agrupaciones de peso como Nervión y Cerro en manos de los críticos.
